Termoterapia: aliado para un cuerpo 10
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Desde hace algunas decadas atras se ha descubierto que el calor, al igual que el frío, puede ser de ayuda dentro del mundo de la medicina, sobre todo para atacar problemas de dolencias pasajeras y/o crónicas. Sin embargo, recientemente se ha comenzado a utilizar dentro del mundo de la estética, como un medio para mejorar el aspecto físico de los pacientes.
La termoterapia es como se le conoce a la disciplina que utiliza el calor a una temperatura mayor que la del mismo cuerpo con distintos fines terapéuticos. El límite de temperatura lo marca la sensibilidad del paciente. Como hay personas que tienen distinto umbral de tolerancia al dolor, hay que tener sumo cuidado, pues, aunque pueda parecer que lo tolera bien, el efecto relajante de la mesoterapia puede mermar su capacidad de sentir e incluso puede llegar a sufrir quemaduras pese a que su cuerpo no lo perciba.
Aunque la termoterapia se suele usar en muchas ocasiones para disminuir el dolor tras una lesión, tiene múltiples usos dependiendo de la forma en la que se aplique y el nivel de penetración del calor.
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Los principales usos de la Termoterapia son:
De todos los usos increíbles que tiene esta tecnología, los más resaltantes son los siguientes:
- Aumento de las defensas del organismo. Ideal para poder contrarrestar de mejor manera los virus y bacterias, muy comunes durante las épocas de frío.
- Mejora la oxigenación celular. Ideal para contrarrestar el envejecimiento celular
- Efecto analgésico y relajante. Este fue el principal objetivo de la terapia, ya que se descubrió que el claro ayuda a relajar los músculos y le permite a la persona estar en un episodio de relajación profunda.
- Favorece el drenaje linfático. Un gran aliado para las personas con problemas de retención de líquidos o aquellas que han pasado por una intervención quirúrgica.
- Disminución de las inflamaciones e hinchazones. Al igual que con el dolor, esta fue una de sus principales misiones.
- Baja de la tensión arterial por su efecto vasodilatador. Esto hace que el tratamiento sea una buena alternativa para las personas que sufren de tensión alta.
- Acción laxante. Pensado para personas con problemas estomacales.
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Disminución de la coagulación sanguínea.
- Aceleración del aparato urinario, aumentando la diuresis y el vaciado de la vejiga. Perfecto para aquellos que tienen problemas para poder controlar la orina.
- Efecto cauterizante que produce la destrucción de los tejidos afectados por quemaduras.
Formas de aplicar la Termoterapia
El calor de la termoterapia se puede aplicar de diversas maneras, dependiendo de los resultados y de la efectividad que se busque. No es lo mismo un método profesional en la consulta de un médico certificado que aplicar calor local de forma casera e inexperta con fines antiinflamatorios.
Veamos las diferentes formas de aplicación:
- Gas: es una vía superficial para aplicar calor, permite la vasodilatación y tiene muchos beneficios para el aparato cardiovascular, además de relajar y disolver las mucosidades. Se ha puesto muy de moda gracias a los spas.
- Mantas, sacos, hot packs (gel envuelto en "bolsas" que pueden calentarse) o sábanas calientes que se pueden aplicar en casa y durante un tiempo prolongado. Mantienen el calor, aunque no se les puede medir la temperatura. Además se pueden adaptar a varias zonas del cuerpo gracias a su versatilidad.
- Semilíquidos: son muy adaptables y permiten cubrir zonas del cuerpo para su tratamiento. Normalmente este tipo de aplicación debe ser efectuada por parte de un profesional. Algunos ejemplos son el barro, la parafina (especialmente para las manos), lodo, etcétera.
- Radiación: esta técnica ayuda a atenuar los dolores crónicos y sirve para tratar patologías circulatorias. Debe ser aplicado exclusivamente por un especialista. Se realiza mediante lámparas de luz infrarroja que dan calor a una distancia de 20 centímetros, aproximadamente. Las sesiones suelen tener una duración de entre 10 y 30 minutos.
- Arena caliente: también conocida como psamoterapia, sirve como antiinflamatorio, antiespasmódico, analgésico y tonificante. Consiste en la aplicación de este recurso de la naturaleza a una temperatura de entre 40 y 45º durante un tiempo que no supere los 30 minutos. Hay que tener la precaución de no cubrir nunca la cabeza.
El uso de esta forma de calor debe evitarse en personas que sufran neoplasias, glaucomas, hipotensión grave, problemas renales, insuficiencia respiratoria, alteraciones de la sensibilidad, procesos infecciosos, cardiopatías, trastornos de la piel activos, cardiopatías, entre otras afecciones crónicas que deben comunicarse al profesional antes de someterse a cualquier tipo de terapia.
Aunque es cierto que cualquiera puede realizar una terapia casera de calor en casa, como por ejemplo, para aliviar un dolor pasajero o bajar una inflamación, ten en cuenta que si lo que se busca es tratar una afección mayor, lo mejor es que el procedimiento sea realizado por un profesional certificado y con licencia por las autoridades sanitarias para ejercer. Recuerda que un mal manejo del calor puede traducirse en quemadura de la piel, generando un problema mayor del que ya se tenía.
¿Te gustaría experimentar una terapia de calor? ¿Te sientes atraída por el tema, pero tienes dudas sobre los riesgos que puede llevar? Te invitamos a que ingreses en nuestra sección de experiencias y conozcas casos de personas que se han aplicado la termoterapia. 😶🌫️🧖♀️
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