Muchas personas están descontentas con el aspecto de sus glúteos: poco formados, demasiado pequeños o demasiado planos, por lo que a menudo se convierten en una fuente de complejos, y el deporte no siempre es suficiente para conseguir la forma deseada. Pero la medicina estética y la cirugía ofrecen diversas soluciones.
La genética es el factor principal de la forma y el tamaño de los glúteos: por un lado, determina la conformación y el tamaño de los músculos de los glúteos y, por otro, determina nuestra predisposición a concentrar o no tejido adiposo en los glúteos o en otras zonas del cuerpo.
El segundo factor que más influye es el estilo de vida. Un estilo de vida excesivamente sedentaria, por ejemplo, nos lleva a pasar mucho tiempo sentados y, por tanto, a tensar los flexores de la cadera, restringir el flujo sanguíneo y atrofiar y debilitar los músculos de los glúteos, reduciendo su volumen y haciéndolos aún más planos. Además, se sabe que la falta general de ejercicio no ayuda a nuestros músculos a ganar forma y volumen. En algunos casos, puede producirse el llamado síndrome de amnesia glútea, es decir, el músculo "olvida" cómo debe funcionar normalmente, lo que hace que esté aún menos formado y falto de tono e incluso provoca dolores y molestias en la espalda.
Una mala postura también puede acentuar este problema, creando más bien una ilusión óptica que hace que el trasero parezca aún más escondido y plano. Además, mantener una postura incorrecta durante todo el día somete a la parte inferior de la columna a un esfuerzo constante y puede provocar lesiones como hernias discales.
Puede sonar extraño, pero la postura en la que dormimos también afecta a nuestro aspecto. Dormir en posición fetal o de lado durante muchas horas estira los músculos de las nalgas, debilitándolos aún más.
El deporte y el ejercicio pueden hacer mucho para esculpir los glúteos y darles volumen cuando son muy planos. Tanto el entrenamiento cardiovascular como el de fuerza pueden ser muy útiles, tanto para la silueta como para la salud de todo el cuerpo.
Un entrenamiento sencillo y agradable puede ser caminar. Puede empezar con 10 minutos diarios de marcha rápida, incluidos los recorridos cuesta arriba e ir aumentando cada día hasta alcanzar al menos 45 minutos. Alterne los paseos con ejercicios específicos para fortalecer los glúteos (por ejemplo, sentadillas) y aumente su volumen.
El yoga y el pilates, ejercicios fáciles de realizar en casa, también son prácticas muy útiles para entrenar estos músculos.