La falta de ejercicio, el sobrepeso, la pérdida de peso y el envejecimiento son factores que llevan a muchas mujeres a no poder vivir a gusto consigo mismas y con sus brazos, por eso llegan a esconderlos o incluso llegan a sentirse realmente incómodas con su aspecto. Desafortunadamente, hay nombres poco amables que se tienen para llamar a esta zona que es sensible a los cambios de peso: brazos de murciélago o brazos de cortina
“Brazo de murciélago” es como se le llama a la grasa localizada que se acumula en los brazos. Ni la dieta ni el ejercicio suelen ser suficientes para poder darle fin a este problema, pues la grasa que se acumula en estos lugares específicos son demasiado difíciles de eliminar.
Sin duda, es importante tratar de prevenir la formación de este tipo de imperfecciones a través de ejercicios muy específicos, además de los tratamientos estéticos y quirúrgicos. Una forma, que ayuda mucho a prevenir y a reducir estas adiposidades, es hacer algo de ejercicio (incluso en casa) de forma frecuente y regular, como por ejemplo: press de banca, levantamiento de pesas, flexiones o deportes que impliquen un esfuerzo extra para los brazos (kayak, tenis, boxeo).
Después de una importante pérdida de peso, sobre todo en las personas que han sufrido obesidad o que han perdido mucho peso en poco tiempo, puede generar que la piel sufra una flacidez importante. Las zonas del cuerpo que más sufren estos cambios son el abdomen, los muslos y los brazos, ya que adquieren un aspecto algo arrugado y flácido, logrando el efecto de "brazos cortina".
Desafortunadamente, para estos casos no hay ningún ejercicio, deporte o dieta que pueda ayudar a prevenir la formación de este exceso de piel, y la única solución efectiva es consultar a un cirujano plástico, o a un médico estético si se prefiere evitar la cirugía.
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