Drenaje Linfático, lo mejor para prevenir el edema postquirurgico
Para que los resultados de una cirugía plástica sean los deseados, no solo basta con que el cirujano lleve a cabo un buen trabajo en el quirófano, también es indispensable un periodo de recuperación óptimo, donde las cicatrices mejoren, la movilidad se recupere en su totalidad, y lo más importante, todos los líquidos retenidos sean liberados.
El sistema linfático, ha sido durante siglos, el más desconocido de todos los sistemas del organismo. Sin embargo, debido al aumento de los procedimientos estéticos, cada vez son más las personas que reconocen su función durante un post operatorio. Toda intervención quirúrgica, supone una agresión al cuerpo que rompe la estabilidad interna del organismo, por lo que se necesita de un tiempo para recuperarse. La respuesta inflamatoria se hace evidente y surge con el fin defensivo de aislar y destruir al agente dañino, así como reparar el tejido u órgano dañado.
El edema es un hinchazón causado por fluido atrapado en los tejidos del cuerpo y si es de un postoperatorio, es causa de una reacción fisiológica tras la agresión quirúrgica, principalmente si ha existido resección ósea. La hinchazón o edema, que a menudo se acompaña de depósitos de sangre extravasada debajo de la piel (hematoma), suele aparecer a las 12 horas de la intervención y puede progresar hasta las 48 horas.
Edema en el postquirúrgico ¿Cómo prevenirlo y tratarlo?
Desafortunadamente, los edemas son más comunes de lo que se espera, por lo que son necesarios algunos consejos prácticos para reducirlos, o mejor aún, evitar que estos puedan aparecer durante tu recuperación.
- Reposo. Parece obvio, pero muchos pacientes no se lo toman muy en serio, un buen descanso ayuda a que la piel pueda recuperarse mejor del trauma que conlleva pasar por un quirófano.
- Aplicación de frío en la zona operada. Deberías aplicarlo durante las primeras 18 horas después de la intervención, sobre todo entre las primeras 6 a 8 horas del postoperatorio, ya que es cuando se tienen los mayores resultados.
- Prescripción médica de fármacos antiinflamatorios y analgésicos. Se absorben por vía oral, se metabolizan en el hígado y se excretan por vía renal. Recuerda que todo lo que vayas a ingerir debe venir prescrito por tu cirujano plástico.
- Aplicación de rayos infrarrojos, de rayos ultravioletas y laserterapia. Medidas alternativas para mejorar el proceso de recuperación, pero recuerda, esto solamente lo puedes llevar a cabo bajo la supervisión de tu cirujano.
- Drenaje linfático manual. Este nunca puede faltar, ya que es el mejor aliado para reducir la cantidad de líquido retenido que puede albergar el cuerpo luego de la intervención. Aunque este procedimiento solamente aplica para intervenciones corporales.
De todas las cirugías pláticas existentes, las más propensas a los edemas son la liposucción y la abdominoplastia, de ahí su relevancia para la realicación del masaje linfático.
Conoce la importancia del masaje postoperatorio en este enlace
El Drenaje linfático manual post operatorio
El drenaje linfático pre y post operatorio es imprescindible para conseguir una buena evolución en las cirugías, especialmente aquéllas que cursan con un edema postoperatorio importante. Se recomiendan entre 1 y 3 drenajes linfáticos semanales los primeros 15 días de la operación, después dependerá de la evolución de cada paciente, aunque se recomienda al menos una sesión semanal.
Al ser una técnica manual que mejora la circulación linfática, su utilización va a ayudar a eliminar de manera más rápida todos los edemas postquirúrgicos. Gracias al drenaje linfático manual mejoramos la cicatrización del tejido, eliminamos o disminuimos las molestias postoperatorias y aceleramos la recuperación.
Aunque puede sonar como una técnica dolorosa o compleja, lo cierto es que el el drenaje no es más que un masaje especializado, que ayuda a mejorar la circulación de la sangre y promueve la expulsión de los líquidos retenidos de forma natural, o lo que es igual, por medio de la orina. El drenaje ha demostrado ser tan efectivo, que no solo puede ser aplicado durante la recuperación del post operatorio, también ayuda durante el embarazo o cuando la persona tiene problemas de varices.
Objetivos del drenaje linfático en el post-operatorio
- Acelerar la reabsorción de edema y hematomas.
- Eliminar los restos de medicación, anestesia, sueros utilizados en la operación y otras toxinas. Cuando pasamos por una intervención quirúrgica, independientemente de su tipo, el cuerpo se convierte en un gran contenedor de líquido, que debe ser expulsado para avanzar con el proceso de recuperación.
- Favorecer la regeneración de los capilares y vasos linfáticos dañados. Las cirugías generan un trauma en nuestro organismo, de ahí la necesidad de una recuperación.
- Disminuir las molestias y proporcionar bienestar en el postoperatorio. También ha demostrado ser un gran aliado para contrarrestar el estrés que pueda generar la incapacidad, además de reducir el dolor que puede surgir por la retención de líquido.
- Conseguir una más rápida recuperación.
- Acelerar la recuperación de los tejidos.
- Acelerar la recuperación de sensibilidad en la piel.
- Favorecer la retracción y cicatrización de la piel.
Para concluir, recuerda que, a pesar de ser un procedimiento mínimamente invasivo, esto no quiere decir que cualquiera pueda aplicar un drenaje linfático manual, por el contrario, solo los esteticistas o masajistas certificados pueden llevar a cabo esta intervención.
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