Carboxiterapia: ¡fuera celulitis y grasa!
Existen diferentes tratamientos que dan la pelea a la celulitis y a la grasa localizada. Uno de ellos es la carboxiterapia. Este tratamiento utiliza el CO2 para conseguir los resultados deseados. En la actualidad se ha transformado en uno de los procedimientos más exitosos para terminar con estos invitados que ninguna mujer desea.
La Carboxiterapia es una técnica que ofrece resultados de forma casi inmediata, logrando disminuir la celulitis y la grasa localizada en tiempo record. Eso sí, hay que tener en cuenta que, tanto la celulitis como la grasa localizada, siempre vuelven, por lo que no se trata de un tratamiento completamente definitivo. De modo que, si se quieren resultados óptimos, hay que combinar este tratamiento con un estilo de vida más saludable, que incluya una dieta apropiada, una abundante hidratación y la práctica de ejercicios de forma frecuente.
Origen y progreso de este tratamiento
Si bien este tratamiento puede parecer algo nuevo, la verdad es que aplicar CO2 en el cuerpo es una técnica que se viene realizando en Francia desde mediados del siglo pasado. En ese país, específicamente algunos balnearios, lo han utilizado para tratar la acumulación de grasa y problemas circulatorios.
¿De qué manera trabaja la carboxiterapia?
Al entrar en el cuerpo, el CO2 produce la hiperdistensión de los tejidos subcutáneos, liberando sustancias como serotonina, bradiquinina, histamina y catecolamina, implicadas todas ellas en los procesos de destrucción de grasa.
Para mejorar el flujo sanguíneo y el aporte de nutrientes, se utiliza en muchos casos la aplicación del gas con la realización de masajes. El gas produce efectos a nivel interno y consigue destruir la grasa, mientras que a nivel externo mejora la calidad del tejido y el semblante de la piel.
Algunos usos del CO2
El CO2 está causando una verdadera revolución en el mundo de los tratamientos médico-estéticos, hoy en día se utiliza para luchar contra la celulitis, las estrías y la flacidez.
Asimismo se emplea en los procesos de obesidad localizada para conseguir la reducción de volumen. Se puede aplicar tanto en los procesos pre como postlipoescultura.
El CO2 no solamente puede mejorar lo antes mencionado, sino que se puede aplicar en:
- Tratamiento de ojeras.
- Bolsas en los ojos.
- Tratamiento de varices.
- Secuelas del acné.
Contraindicaciones del tratamiento
Claramente, este tratamiento está indicado para aquellos pacientes que estén en buen estado de salud. Por ningún motivo debería aplicarse en personas con problemas de: insuficiencia hepática, epilepsia, asma, infecciones en el área a tratar, problemas de circulación, insuficiencia respiratoria, cardíaca o renal, así como otros problemas coronarios, hepáticos o renales.
El tratamiento no se puede aplicar durante el embarazo o el período de lactancia, tampoco mientras tengan el ciclo menstrual. Incluso en personas que presenten síntomas de resfriado no se aconseja usar la carboxiterapia hasta estabilizarse.
¿Cómo se aplica la carboxiterapia?
- Se introduce dióxido de carbono por vía subcutánea en la zona a tratar y para ello, se utiliza una aguja muy fina de 0,3 mm de diámetro.
- La aplicación del gas se realiza a través de un equipo especializado que controla en todo momento el volumen de gas y la presión.
- Luego se aplica un masaje en la zona tratada para conseguir que el CO2 se distribuya bien y cumpla con su función.
- El número de sesiones va a depender de las necesidades de cada paciente. Estás suelen tener una duración de entre 10 y 15 minutos.
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- Hay que asegurarse antes de someterse a un tratamiento médico-estético, que los profesionales posean verdadera formación y experiencia a la hora de realizar esta técnica.
- Otro aspecto importante es el material utilizado. La aguja y todo el equipo deben estar debidamente esterilizados. El CO2 utilizado debe ser de tipo medicinal y que tenga un 99% de pureza.
¿Es un tratamiento doloroso?
Es normal que mientras se está inyectando el gas el paciente sienta una sensación de ardor o quemazón, así como sensación de presión o de distensión de la piel.
¡Y los resultados!
Como se trata de una técnica segura, si se realiza adecuadamente, el paciente puede volver de forma inmediata a su rutina cotidiana. Eso sí, se sugiere que en los días siguientes se beba abundante agua para remover las toxinas y ayudar a depurar el gas.
El CO2 inyectado es absorbido de forma natural por el propio cuerpo, pasados unos días desde la intervención. En algunos casos puede ocurrir que se desarrollen hematomas en la zona tratada, pero desaparecen después de unos días. La zona tratada también puede parecer más voluminosa tras la aplicación del gas, pero este efecto no suele durar más de 72 horas.
En caso de aplicar el gas en piernas o brazos, la sensación de dolor puede durar algo más de tiempo, similar a la molestia que causan las agujetas. Esta sensación tiene un plazo de 1 a 2 horas. Del mismo modo, es normal sentir pesadez en las extremidades.
Síntomas secundarios
Pueden llegar a aparecer dolores de cabeza, enrojecimiento de la zona tratada, aparición de ronchas en la zona en la que se ha aplicado la inyección e incluso sensación de hormigueo en la piel.
El profesional debe explicar detalladamente los efectos que se pueden derivar del uso de la carboxiterapia. Si después de pasar por el procedimiento sientes algún síntoma que tu médico no ha comentado, debes contactarle lo antes posible.
¿Cuánto dura el resultado de la carboxiterapia?
Todo va a depender de la razón por la que se haya aplicado el tratamiento y de los cuidados que dedique posteriormente el paciente.
El tratamiento se puede realizar una o dos veces por semana y en la mayoría de los casos, lo normal es aplicar entre 16 y 20 sesiones. Los resultados se verán durante la quinta y la sexta sesión, cuando los tejidos comienzan a estar más firmes.
¿Te gusta este tratamiento? ¿Has realizado alguna sesión de carboxiterapia? ¡Nos encantará conocer todos tus detalles, ingresa y comenta en nuestra sección de experiencas. 💉🏃♀️