¡Las fajas postquirúrgicas aseguran una mejor recuperación!
Una de las fases más importantes de una intervención quirúrgica, tanto estética como funcional, es el postoperatorio. Los pacientes deben ser muy cuidadosos con las pautas entregadas por los profesionales si desean ver resultados positivos. Entre los factores importantes en la recuperación está el correcto uso de la faja postquirúrgica.
Actualmente hay muchas intervenciones plásticas que se realizan en zonas como el abdomen, los muslos y los glúteos, éstas son especialmente sensibles a los movimientos. Al no llevar un reposo correcto estas áreas se ven afectadas cada vez que se hace algún movimiento, situación que puede causar que la recuperación sea algo más engorrosa y lenta.
Una de las recomendaciones más importantes para que la recuperación sea lo más rápida posible, y que la gran mayoría de los especialistas aconsejan es la utilización de fajas postcirugía o fajas postoperatorias, que cumplen la función de sujetar la zona, favoreciendo así a que la herida esté más resguardada y sane.
¿En qué consisten las fajas postcirugía?
Es una prenda fabricada de tejidos elásticos, siendo la tela más usual el lycra. Cumple con la misión de aplicar una presión constante y uniforme sobre la zona tratada. Aunque las más comunes son las fajas postquirúrgicas para el abdomen, también las hay especiales para otras zonas del cuerpo como los muslos o la cadera.
Según los especialistas es recomendable utilizar este tipo de fajas postquirúrgicas en los casos de cesárea, parto natural, liposucción, reducción de abdomen o abdominoplastia, y también en la dermolipectomía.
Los beneficios que se logran con el uso de la faja son:
- Mantiene la piel sujeta y firme.
- Desinflama los tejidos.
- Reduce los dolores y las molestias.
- Se encargan también de reducir la flacidez y corregir la postura.
Al llevar puesta la faja el paciente tiene un mayor control sobre sus movimientos, además ayuda a moldear su cuerpo de forma discreta, puesto que no se notan debajo de las prendas de vestir.
La faja postcirugía y sus ventajas
- Brindan confort. Ayudan a comprimir la zona tratada, y eso reduce el movimiento de los tejidos dañados, logrando que el paciente se sienta más cómodo y con menos molestias.
- Ayuda a la circulación. Reduce la inflamación y acelera la cicatrización.
- Reduce la retención de líquidos. A la par de evitar la aparición de moretones e inflamación. Contribuye a que los hematomas típicos que aparecen luego de una intervención desaparezcan antes.
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- Evita las complicaciones. Ya que promueve el paso del líquido y reduce su acumulación, evitando la aparición de problemas como un seroma o un linfedema.
- Reduce la aparición de irregularidades en la piel. Debido a la presión uniforme que ejerce sobre la zona tratada, la piel está más adherida, mejora la cicatrización y evita que se puedan producir irregularidades en la cicatriz.
Tiempo adecuado para usar la faja
El tiempo para utilizarla es muy relativo, puesto que depende mucho del tipo de operación a la que se haya sometido el paciente y de cómo vaya discurriendo el proceso de recuperación. Será el especialista el que indicará en cada caso cuándo puede dejar de usarse la faja.
Por lo general, las pacientes utilizan la faja entre cuatro y seis semanas después de la operación, con un uso diario de unas 22 horas. A medida que va avanzando la recuperación, el uso de la faja y las horas que se lleva en el día van disminuyendo.
¿Cómo se elige una faja?
Antes de obtener una faja postquirúrgica hay que tener en cuenta dos factores fundamentales: el tipo de cirugía que se ha realizado o se va a realizar y la contextura corporal del paciente. Además, se debe considerar que la faja debe cubrir toda la zona tratada durante la intervención.
Dependiendo del tipo de herida que vaya a quedar después de una operación en la zona del abdomen, puede ser recomendable usar una faja con broches en la zona lateral o en la zona trasera para disminuir las molestias.
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Idealmente la faja debe venir con un forro de material hipoalergénico, preferiblemente algodón, puesto que así protege la piel de las molestias que puedan llegar a causar elementos como los broches o los corchetes. Porque hay que considerar que la faja se utilizará por largo tiempo y la mayor parte del día.
Se debe adelantar y no esperar a estar operada para ir en búsqueda de una faja, se debe tener comprada antes del postoperatorio para poder empezar a usarla inmediatamente. Hay que contar con, al menos, dos fajas para tener siempre una limpia a mano. Así se evitan problemas de infección, e incluso dermatosis.
Hay que considerar que luego de una intervención quirúrgica la zona tratada suele estar hinchada, y esa inflamación va disminuyendo con el paso de los días, por lo que es importante tener una faja que se pueda ajustar a las nuevas dimensiones del cuerpo.
¡Ojo con los cuidados de la faja postoperatoria!
Son prendas firmes y bien elaboradas, por eso hay que elegir y no reparar en precio al momento de obtener una. Hay que lavarlas y secarlas bien antes de colocarlas, para extender su duración y lograr que no se deformen o pierdan su forma original.
Lo óptimo es lavar la faja a mano y con detergentes neutros, evitando productos abrasivos. Importante es no secarlas en la secadora, para no dañar la lycra, sino que lo mejor es dejar secar a ambiente. Tampoco es conveniente secar la prenda directamente al sol durante el verano. Después de sacarla del agua no hay que estrujarla para secarla, puesto que esto también puede hacer que la prenda se deforme.
Dependiendo de la faja hay que tener cuidado con los broches, estos pueden ser metálicos o de plásticos, estos últimos si se exponen directamente al sol pueden deformarse.
Si los cierres son de plástico, hay que tener en cuenta que exponerlos directamente al sol y las altas temperaturas puede deformarlos. Esos y los cuidados que el profesional indique son extremadamente útiles para tener los resultados que se buscan. El uso de la faja es imprescindible en todo el proceso de recuperación.
¿Tienes agendado una abdominoplastia? ¿Ya tienes tu faja postquirúrgica o aún tienes dudas? En nuestra sección de experiencias hay muchas historias de mujeres operadas, o en proceso de hacerlo, que pueden servir de guía. 🤷♀️👨⚕️