5 claves para evitar la hinchazón luego de una abdominoplastia
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A pesar de que cada organismo es diferente, hay ciertos cuidados que pueden ayudar en el postoperatorio de una abdominoplastia. Comer sano, usar correctamente la faja, moderar el reposo y beber mucha agua; son algunas de los consejos para acelerar la recuperación y evitar la sensación de hinchamiento.
Luego de la realización de una intervención quirúrgica como una abdominoplastía lo que lógicamente se desea es que los resultados sean exitosos. De la misma manera, que el postoperatorio sea lo más rápido y menos molesto posible, éste un periodo el cual requiere de varios cuidados. Uno de los síntomas recurrentes es la hinchazón la que impide disfrutar del tan ansiado cambio.
La abdominoplastía es una de las cirugías más demandadas y anheladas, esto es por el alto índice de personas que posee la famosa "guatita de delantal". Las que han tenido la oportunidad de realizarla es lógico que estén ansiosas de la rápida y completa recuperación. Pero hay que lidiar con un reposo que conlleva varios síntomas que hay que atender responsablemente.
Luego de este tipo de intervención es normal sentir congoja con los efectos secundarios propios de cualquier cirugía estética. El postoperatorio es, sin duda, el periodo de toda esta esperanzadora operación el momento más angustiante. A nadie le gusta operarse y saber que hay que esperar semanas antes que desaparezcan los hematomas y la hinchazón de la operación.
Manejo de la ansiedad, un asunto clave
Muchas pacientes debido a su ansiedad por ver rápidamente los resultados no siguen las pautas indicadas por el profesional, ocasionando solamente que el periodo de recuperación se extienda. Aceptar que esas molestias forman parte del proceso de recuperación de una cirugía debe ser el primer paso para no frustrarnos durante el postoperatorio y las semanas de baja.
Es el caso de la abdominoplastia, intervención que extrae el exceso de grasa y piel de la zona baja y media del abdomen. Es normal que, después de la operación, el paciente tenga la zona hinchada, así como también es normal que aparezcan hematomas junto a la cicatriz. Piensa que no solo se extrae piel y grasa, sino que también se tensan los músculos abdominales, y ello genera una inflamación cuya recuperación lleva su tiempo.
Los efectos anteriormente indicados puedan durar entre 30 y 60 días, aunque pueden alargarse con facilidad hasta los tres meses. El periodo es mucho mayor si a esa abdominoplastía se le han sumado otras cirugías en el quirófano, las famosas cirugías combinadas.
Otros factores que ocasionan la hinchazón abdominal:
- La edad.
- Algunas complicaciones durante la operación o el posoperatorio.
- Historial clínico del paciente.
- El ritmo de vida que llevaba antes de la cirugía.
- Si se ha sumado otra intervención en quirófano.
Para que no ocurra esta desagradable hinchazón, estos estos tres consejos te ayudarán a pasar una recuperación mucho más grata.
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Muchas veces queremos ver resultados efectivos en poco tiempo y acabamos pasando por alto algunas recomendaciones que nos da el médico o pensamos que ya estamos bien para realizar una actividad cuando no es así. Y las consecuencias de estos actos pueden ser importantes, desde sangrado hasta problemas de cicatrización o que se abran los puntos. Por eso, es sumamente importante seguir todas y cada una de las directrices marcadas por el cirujano para nuestra recuperación.
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Para la abdominoplastia, es necesario el uso de una faja o vendaje de compresión durante, al menos, un mes, para hacer más llevadera esta fantástica cirugía. El objetivo de esta faja abdominal es controlar precisamente eso, la hinchazón, a la par que contribuye a mejorar la circulación de esa zona del cuerpo y mantener sujeto y estabilizado el abdomen. Su uso ayudará a que la recuperación sea más rápida, a que discurra correctamente, sin problemas ni complicaciones posteriores y, por tanto, a que los resultados de la operación sean mejores.
El reposo es moderado
Lógicamente, todo depende de la intervención que se haya realizado. Pero, por norma general, los médicos indican realizar ejercicio moderado al cabo de unos días. Se aconseja, por ejemplo caminar a un ritmo pausado y suave.
El movimiento que se recomida es luego de los días estipulados de reposo absoluto. Moverse es primordial para agilizar el proceso de recuperación. El movimiento mejora la circulación, lo que impide que formen coágulos. Por eso, los médicos siempre recomiendan que el paciente, siempre con la faja abdominal puesta, se mueva poco a poco, hasta que vaya recuperando su dinamismo.
No se deben realizar esfuerzos (deporte, coger objetos de peso, agacharse) que tensen los músculos de la zona operada. Y lo mismo sucede con la incorporación al trabajo. Depende del tipo de trabajo se desempeñe, por ejemplo, si trabajamos en una oficina, el médico podrá dar el alta y podremos incorporarnos a nuestro puesto de trabajo. Pero si trabajamos con niños pequeños o de pie la mayoría del tiempo tendremos que alargar el tiempo de recuperación.
Hábitos alimenticios saludables para aliviar el organismo
La buena alimentación no solo debería ser un hábito antes y después de una operación, sino que debe adoptarse como un cotidiano. Una alimentación sana y equilibrada es vital para cuidar nuestra salud y prevenir muchas enfermedades asociadas al sedentarismo y el exceso de grasas y azúcares. Si esos consejos son indispensables cuando estamos sanos, ¡con mayor razón durante si hemos pasado por el quirófano y tenemos que recuperarnos después de una operación!
Si los hábitos no son del todo saludables antes de la operación, es el momento de comenzar a cambiar definitivamente estas importantes rutinas. No solo hará que nos recuperemos antes, sino que este proceso discurrirá mejor, ya que muchos alimentos empeoran los resultados. Es el caso, por ejemplo, de los alimentos ricos en sal, que ayudan a retener líquidos. Para bajar la hinchazón, durante este mes es mejor evitarlos, o, en su defecto, reducirlos de manera significativa. Por eso, nada de sal y nada de productos que puedan abusar de ella, como los precocinados y la comida congelada.
Si se desea perder hinchazón abdominal hay es centrar nuestra dieta en el consumo de frutas y verduras. Además, la composición nutricional de estos alimentos beneficiará nuestra recuperación, puesto que recobraremos las fuerzas perdidas a causa de la operación y el postoperatorio.
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Entonces comiendo saludablemente, realizando caminatas u otro tipo de movimientos moderados y la ingesta abundante de agua se tendrá un organismo hidratado y con las defensas necesarias para llevar a cabo una recuperación exitosa. Hay que ingerir solo agua, nada de bebidas, cervezas (aunque sea sin alcohol), por muy bien que nos sintamos y por muchos días que hayan pasado desde la intervención. Idealmente durante todo el tiempo que dure la recuperación, y hasta que así lo indique el cirujano, nuestra única bebida será el agua. Es sabido la cantidad de beneficios que tiene para la salud, para la recuperación la pérdida de líquidos y lo mejor para la disminución de la hinchazón.
Ciertamente, todos estos consejos son en líneas generales, puesto que cada paciente presentará un caso diferente, sus necesidades y cuidados serán variables. Será tu cirujano el que mejor estime cómo avanza tu recuperación y los cuidados a seguir para que los resultados sean los mejores y en el menor tiempo posible.
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