Ojeras y bolsas en los ojos: los mejores tratamientos para eliminarlas
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Los años no pasan en vano, mientras nos hacemos mayores la piel de nuestro rostro se debilita, haciendo más evidente el envejecimiento, sobre todo en unas zonas en específico, en donde la piel es aún más sensible. Por suerte, la medicina estética cuenta con algunos mecanismos de ayuda que han demostrado ser muy efectivos.
La piel de la zona periocular es particularmente delicada y frágil, por ello es muy sensible a revelar de manera precoz el paso del tiempo. Ojeras, arrugas, líneas de expresión, hinchazones…, para combatirlos es necesario conocer y trabajar sobre cada aspecto del problema, recurriendo si es necesario a tratamientos de dermatología y cirugía estética. Veamos cuáles son los más indicados y eficaces.
Con el transcurrir de los años, los tejidos del contorno de los ojos y los músculos que sostienen los párpados se debilitan, la piel tiende a ceder y la grasa normalmente presente en la zona periocular desciende bajo el párpado inferior. En esta área es donde se acumulan mayoritariamente los líquidos, lo que provoca la característica y antiestética hinchazón.
Factores que ayudan a la aparición de bolsas en los ojos
Diversos factores pueden incluir en la aparición de las bolsas y las ojeras, siendo el principal la retención de líquido, que puede deberse a los cambios climáticos o un abuso de la sal, así como a problemas hormonales, a la carencia de sueño o debido a trastornos alérgicos. También dormir durante mucho tiempo en posición supina (dormir boca arriba) puede tener efectos negativos para los ojos, pudiendo causar una ligera hinchazón o incluso ojeras oscuras y piel hinchada o lacia. De entrada, las "bolsas en los ojos" son sobre todo un problema estético.
Antes de recurrir a tratamientos drásticos para eliminarlas, vale la pena hablar con nuestro médico, que nos prescribirá aquellas pruebas necesarias para descartar posibles problemas de tiroides, enfermedades digestivas o renales, infecciones o alergias.
Los mejores tratamientos para eliminar las bolsas
Si el problema no está ligado a una enfermedad concreta, es el momento de confiar en métodos profesionales para reducir las líneas de expresión, la hinchazón y las bolsas, para lucir una piel más joven, fresca y relajada. La medicina estética ofrece una serie de tratamientos mínimamente invasivos para la cura del contorno de ojos; el más conocido es naturalmente la toxina botulínica de tipo A, un fármaco que, inyectado localmente, inhibe temporalmente la contracción del músculo responsable del arrugamiento de la frente y los ojos. Algunos días después de la sesión, se observa una atenuación gradual de las arrugas expresivas y un levantamiento de la ceja, que hace que la expresión se vuelva más abierta, durando al menos tres o cuatro meses.
También existen diversos tipos de rellenos disponibles que permiten recuperar un mejor equilibrio del volumen de la zona que hay bajo los ojos, reduciendo visiblemente las ojeras y refrescando una mirada apagada y cansada. Los tratamientos antiojeras con rellenos pueden durar hasta un año; pasado ese tiempo se recomiendan sesiones posteriores para mantener los resultados.
De todos los rellenos existentes en el mercado, el más popular es el ácido hialurónico, debido a su acción hidratante para la piel, muy superior a la toxina botulínica. Además de su versatilidad para ser acompañado con otros tratamientos estéticos igual de poco invasivos.
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Si quiere evitar recurrir a las agujas, un tratamiento interesante es el láser fraccionado, una tecnología ideal para el tratamiento de las arrugas periorbitales, las consideradas patas de gallo. Durante la terapia los ojos están siempre protegidos por gafas especiales que hace que el tratamiento sea completamente seguro.
La radiofrecuencia y el Thermage® son otros de los métodos eficaces para la piel que relajan el contorno de los ojos, contrastando la pérdida del colágeno debida al envejecimiento y los daños del sol. Utilizando impulsos de energía térmica, la radiofrecuencia y el Thermage® estimulan, en el espacio de una semana, la producción de nuevo colágeno, por lo que la piel luce un aspecto más liso y compacto.
Cuando los tratamientos ambulatorios no son suficientes para conseguir los resultados esperados, la solución es la blefaroplastia, una intervención relativamente sencilla y con una recuperación corta, que corrige inmediatamente y de manera definitiva los párpados caídos y lacios. La blefaroplastia es resolutiva también en aquellos casos en los que se quiere combatir los signos de la edad y el envejecimiento de la zona periocular, o cuando se quiere mitigar imperfecciones del rostro que no tienen solución con otros tratamientos.
La intervención se desarrolla con anestesia local y solo requiere poco días de recuperación antes de reanudar la actividad normal diaria. Los resultados son generalmente óptimos y duraderos, y se pueden observar cuando ya han pasado algunos meses tras la operación, que es cuando la zona intervenida ha recuperado su apariencia normal y las pequeñas cicatrices externas son casi invisibles. Debido a su sencilla aplicación, es posible combinar esta intervención con otra cirugía facial para mejorar o perfilar rasgos.
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