Blefaroplastia evolutiva, la técnica que mejora la mirada
El siguiente es un texto del Dr. Cristiano Biagi, cirujano plástico italiano que ama la belleza y redescubre el encanto de cada persona. Es un especialista con amplia trayectoria profesional, que hace lo posible para que sus pacientes se sientan satisfechos y a gusto con los resultados. En cada intervención se esmera en realzar la belleza natural con ética y responsabilidad.
La mirada es uno de los aspectos más relevantes en la estética del rostro. Por ello, son muchas las personas que deciden acudir a un cirujano con el propósito de rejuvenecer esa zona de los ojos, creando así una imagen más saludable y hasta vibrante.
La mirada es la primera cosa que vemos cada vez que nos reflejamos en el espejo. Los ojos son "el espejo del alma"; los ojos ríen, lloran, experimentan emociones y, a través de la mirada, se relacionan con los demás. Se puede disimular un pecho caído con modernos "push up" o unos glúteos generosos con medias especiales, pero la mirada no puede ocultarse, la mirada no miente. Incluso una "buena mentira" resulta imposible si los párpados están demasiado caídos.
Blefaroplastia, la solución a la mirada cansada
Muchos son los problemas ligados al envejecimiento de los párpados. La presencia de piel en exceso y las bolsas de los párpados son solo los más conocidos. Con los años, la piel de los párpados superiores se distiende excesivamente, se vuelve exuberante y "cae", afectando a la mirada y cubriendo, en los casos más graves, la rima de los párpados, reduciendo con ello la visión.
En la zona de los párpados inferiores pueden aparecer bolsas, que no son más que acumulaciones de grasa localizada entre la piel y el músculo orbicular. Estas "hernias adiposas" son la causa de la hinchazón del párpado inferior. La piel y las bolsas (o músculos orbiculares) son "tratados" con blefaroplastia superior e inferior "estándar": se extirpa el exceso cutáneo de los párpados inferiores y se reducen las hernias adiposas a través de una incisión subcutánea (por debajo de las líneas de las pestañas) o por medio de una incisión interna (técnica transconjuntival).
Cantoplastia, elevar la mirada
Hoy en día es frecuente asociar a la técnica "base" otros tratamientos quirúrgicos, ya que la técnica estándar se ha demostrado insuficiente para corregir completamente otros aspectos vinculados al envejecimiento de los párpados. Primeramente, todos perdemos elasticidad en el párpado inferior con el paso de los años, el cual tiende a caerse, llegando, en algunos casos, al borde inferior de la pupila ("scleral show" o exposición de la esclerótica, es decir, de la parte blanca del ojo).
Para prevenir o corregir esta tendencia, así como toda la blefaroplastia secundaria, es necesario reforzar la tonicidad del párpado inferior con un procedimiento conocido como "cantoplastia", técnica quirúrgica que consiste en "trabajar" el canto del ojo y su ángulo externo. La ejecución correcta de la cantoplastia, además de prevenir muchas complicaciones de la blefaroplastia inferior, como el ectropión, el "ojo redondo" y la persistencia de un exceso cutáneo, elimina completamente la piel sobrante del párpado inferior, por lo que este puede quedar bien tenso, cosa que pocas veces sucede con la técnica estándar, que considera peligroso quitar demasiada piel. De hecho, es peligroso, incluso arriesgado, si no se ejecuta bien la cantoplastia.
Existe además la posibilidad, en casos puntuales, de modificar la posición del ángulo externo del ojo para levantarlo; normalmente, los cantos o ángulos internos y externos no tienen la misma altura, ya que el externo está ligeramente más alto. Este procedimiento, que corrige la posición demasiado baja del canto externo (lo que sucede después de una blefaroplastia inferior mal realizada), o permite conseguir una forma más "oriental" del ojo, se llama cantopexia y sirve para elevar el canto.
Por último, a través de la misma incisión subciliar de la blefaroplastia inferior, y en el transcurso de la misma operación, es posible realizar un lifting del tercio medio de la cara. Extendiendo la intervención a la región del pómulo, se eleva en bloque el tejido, recolocándose más alto. Ello permite rellenar el llamado "valle de lágrimas o surco lacrimal", es decir, el espacio que se ha creado con el paso de los años entre el pómulo y el párpado inferior, espacio que, de manera alternativa (aunque menos exitosa con respecto al lifting del tercio medio), se puede rellenar con otras técnicas como el Lipofilling o hilos de ácido hialurónico.
Tanto la blefaroplastia como la Cantoplastia, son procedimientos seguros, que prometen resultados excepcionales que se mantendrán en buen estado con el pasar de los años.