Vaginoplastia: salud física, emocional y sexual de la mujer
El paso del tiempo causa en las mujeres pérdida de la tonicidad vaginal, relajación del piso pélvico, ampliación de la vagina y modificaciones en el aspecto de los labios mayores y labios menores. Todo esto compromete el buen desarrollo de la vida sexual de la mujer, o peor aún, desencadena un malestar que puede comprometer la salud en general.
En la actualidad podemos decir que la vaginoplastia es una intervención muy cotizada por las mujeres, como el tan requerido aumento mamario o la abdominoplastía; operaciones que las mujeres desean y se realizan cada día con excelentes resultados. La vaginoplastia influye positivamente en el ámbito de la salud emocional, sexual y física de la mujer.
Es satisfactorio saber que existen muchos tratamientos e intervenciones estéticas que permiten al cuerpo recuperar las condiciones propias de la juventud. Todos queremos vernos y sentirnos mejor, y por eso, en los últimos años se ha incrementado la demanda de operaciones que tienen que ver con la estética y la funcionalidad de la zona genital. En el caso de las mujeres, la vaginoplastia se ha convertido ya en una intervención común.
La vaginoplastia y su función
Se trata de una intervención quirúrgica en la que se lleva a cabo un estrechamiento o cierre de los músculos que se encuentran dentro de la vagina. Con ello se consigue dotar a esta zona de mayor fuerza y, a la vez, aumentar o dar estrechez (según las necesidades de la paciente) a las paredes vaginales.
Las candidatas ideales son las mujeres que:
- Debido a los partos o al propio paso del tiempo, han notado que hay más laxitud en la zona de la vagina. Esta situación acarrea una disminución del placer en las relaciones sexuales para la pareja.
- Para mujeres que quieren mejorar el tono del músculo vaginal, aumentando su fuerza y control.
- Para quienes quieren disminuir el diámetro tanto interno como externo de la vagina
- Las que buscan reducir el exceso de mucosa vaginal, reforzando a la vez el cuerpo perineal.
¿Cómo se lleva a cabo la vaginoplastia?
La finalidad es cerrar los músculos alrededor de la vagina. Para ello se lleva a cabo un estiramiento del músculo y se sutura al diámetro deseado, cortando la piel sobrante.
Hablamos de una intervención quirúrgica tradicional que se realiza con bisturí, lo que da una mayor precisión a la hora de remodelar la zona. Aunque también se practica esta intervención con la técnica avanzada del láser. Se lleva a cabo bajo anestesia general.
Tiene una duración media de dos horas. Los puntos que se ponen durante la operación son reabsorbibles y desaparecen en un par de semanas. Lo normal es pasar una noche en la clínica para controlar la expulsión de la misma.
¿Tiene riesgos esta operación?
Como ya saben, cualquiera que sea la intervención, siempre conlleva algún riesgo, además de los asociados directamente con el uso de anestesia general, en este caso los riesgos más frecuentes son la aparición de infecciones, hematomas, dolor, pérdida de sensibilidad en la zona y sangrados.
Lo correcto en este tipo de intervención es que estos riesgos no sucedan. Otra cosa que se debe descartar es que la paciente pierda sensibilidad en la zona una vez que la recuperación haya finalizado.
El momento de la recuperación
Luego del día de reposo en la clínica, y ya instalada en el domicilio, la paciente en aproximadamente una semana, puede ir recuperando su ritmo normal de vida (con algunas precauciones), e incluso incorporarse de nuevo al trabajo.
Los primeros días tras la operación es normal que haya dolor y entumecimiento en la zona. Para evitar estas molestias, el doctor suele recetar medicamentos. Recuerda que solo se deben ingerir los remedios indicados y no hacer uso indiscriminado de pastillas por cuenta propia. Si las molestias persisten, se debe recurrir nuevamente al especialista tratante.
Si pasados los días aparecen pequeños sangrados, no debe ser motivo de preocupación. No obstante, si se detecta que los sangrados son abundantes, hay que acudir inmediatamente al médico.
Como los puntos son reabsorbibles, luego hay que seguir las indicaciones de cuidado dadas por el especialista, siendo normal la aplicación de cremas o la toma de pastillas de estrógenos para favorecer la cicatrización.
El tiempo de recuperación completa depende de cada paciente y sus cuidados, pero normalmente está en 6 semanas.
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Se recomienda no usar pantalones, a fin de evitar los roces y presiones en la zona tratada. Tampoco se debe practicar actividad física que implique a la zona vaginal de forma directa o indirecta.
En cuanto a las relaciones sexuales, hay que esperar entre uno y dos meses desde la operación para poder retomar la actividad sexual.
¡Ponle fin a la incontinencia urinaria!
Uno de los problemas más habituales cuando existe pérdida de firmeza en el suelo pélvico es la incontinencia urinaria. Además pueden causar otros problemas o molestias más allá de la disminución de la sensibilidad del área.
Las mujeres que sufren de pérdidas de orina y requieren estrechar la vagina son aptas para una vaginoplastia. De esta forma se aprovecha la misma intervención para corregir a la vez los problemas.
Operaciones de estética ginecológica
Es una buena noticia que las mujeres se atrevan a mejorar su zona íntima y que existan intervenciones que ayuden realmente a esto. La vaginoplastia combinada con otras operaciones, como la reconstrucción del introito vaginal o la labioplastia son una estupenda elección para el rejuvenecimiento total.
Como en todo tratamiento o intervención estética, lo mejor es asegurarse de que sean profesionales y certificados para el total éxito de la operación.
¿No estás conforme con tu zona íntima? ¿Tienes dudas sobre la vaginoplastia? ¿Quieres hablar con otras mujeres de esta situación? Entra en nuestra sección de experiencias para saber más. 👩🦰👩🦳