Las mejores técnicas de blanqueamiento dental
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Cada vez que sonreimos y hablamos, lo primero que ven quienes nos rodean son nuestros dientes. Por lo tanto, si queremos tener una buena apariencia, o simplemente no sentir verguenza a la hora de abrir la boca, lo mejor que podemos hacer es mantener buenos hábitos de higiene bucal, como por ejemplo, cepillarnos diariamente.
Para tener unos dientes sanos y también blancos es muy importante la limpieza dental, aunque muchas veces, por más que nos cepillemos, nuestros malos hábitos y el desgaste del esmalte, hacen que amarilleen. El blanqueamiento dental es una solución rápida y eficaz para tener unos dientes más claros y brillantes. Aunque es un procedimiento muy efectivo, son muchas las personas que sienten reservas, incluso temores con respecto a ella, por eso vamos a analizar con más detalle todo lo que implica entre procedimiento.
Dientes amarillentos
Igual que el resto de partes del cuerpo, los dientes envejecen, concretamente a partir de los 25 años. A partir de esa edad el esmalte empieza a dañarse y se hace más evidente la dentina que es la capa interior de los dientes de un color amarillento/anaranjado. Unos dientes blancos son sinónimo de salud, pero también aportan un componente estético muy importante que hace que cada vez más personas se sumen a la moda del blanqueamiento dental.
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Limpieza previa
Además de nuestra predisposición para tener los dientes blancos, hay otros muchos factores que influyen a la hora de determinar el color de nuestros dientes. Los cuales en su mayoría son agentes externos que podemos controlar y que amarillean nuestros dientes como; una mala higiene y algunos alimentos y bebidas como el tabaco, café, vino, especias, té, bebidas de cola, entre muchos otros.
Por ello es muy importante llevar a cabo una limpieza previa al blanqueamiento para determinar cuál es el color real de nuestra dentadura y poder hacer así un blanqueamiento uniforme. Además, el agente blanqueador hará más efecto al estar en contacto directo con el diente y no con las manchas, sarro u otros restos que pudieran estar adheridos al esmalte de nuestra dentadura.
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Tipos de blanqueamiento
Desde hace más de una década el blanqueamiento dental es un método seguro y eficaz gracias a los avances que se han hecho debido a la gran demanda de este método. Ya lleva varios años que el blanqueamiento se ha convertido en una de las técnicas que más se realizan por su gran efectividad y su económico precio. Sin embargo, antes de someternos a cualquier tipo de blanqueamiento deberemos informarnos de las diferentes técnicas existentes, para así escoger correctamente:
- Geles y cintas blanqueadoras: ambos tratamientos eliminan manchas superficiales y las que se encuentran dentro del diente gracias al peróxido de hidrógeno que las forma. De esta manera, se observan cambios más visibles de los que nos podría dar una crema de dientes que sólo actúa en la capa superficial. Los geles se aplican a través de un pincel y se deben seguir las instrucciones de cada fabricante. Las cintas, por su parte, se suelen utilizar más como un tratamiento exprés que sólo se debe utilizar durante unas semanas para tener unos resultados que duran meses.
- Sistemas de uso en el hogar. Estos métodos suelen utilizar menos el uso del peróxido de hidrógeno que los sistemas más profesionales y, por tanto, tienen menos efectividad. Son cubetas que se colocan en los dientes junto con un producto blanqueador durante el tiempo que indique cada marca.
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- Blanqueamiento LED: Es el proceso más rápido y eficaz. En una sola sesión de sólo 60 minutos, se notan los primeros resultados. Además, muchos profesionales opinan que es el método más adecuado porque actúa sin elevar la temperatura de la boca del paciente.
- Carillas. En casos extremos en los que el paciente tenga problemas también en la forma de los dientes o quiera remodelar totalmente su dentadura, se puede recurrir a las carillas. Pueden ser de porcelana o resina y se pegan los dientes con un cemento resinoso de forma que son una especie de fundas para los dientes. Para colocar las carillas, el dentista debe remover una pequeña capa superficial del diente. Ten en consideración que de todos los tratamientos existentes, este es el más costoso, aunque también se debe considerar sus resultados permanentes.
Estos tratamientos no excluyen las revisiones al odontólogo de forma anual y la higiene diaria dental. Es más, si no se mantuvieran estos hábitos el blanqueamiento tendría muy poca efectividad. Igualmente, debemos asesorarnos sobre cuál es la duración de cada tratamiento, aunque los profesionales suelen mencionar un aproximado de unos 3 años.
Antes de someterse a cualquiera de estas técnicas, debemos asegurarnos de que no tenemos ningún problema dental previo como la gingivitis, caries, o sensibilidad extrema, ya que en este caso el blanqueamiento no haría más que agravar nuestra dolencia. Por regla general, antes de un blanqueamiento dental, la persona debe someterse a una evaluación previa para validar que sus dientes se encuentren en perfecto estado.
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