Las causas del crecimiento irregular de los dientes pueden ser muchas. Algunas son internas, debidas a características genéticas: maloclusiones, apiñamiento o malposición de los dientes o mandíbulas muy pequeñas,
Otras causas pueden encontrarse en malos hábitos, por ejemplo, rechinar mucho los dientes o empujar la lengua hacia los dientes, sobre todo si se desarrollan durante la infancia, como chuparse el chupete o el pulgar o beber del biberón por encima de los 3 años.
O también puede ocurrir que los dientes adquieran un aspecto desordenado debido a acontecimientos externos y traumáticos: pérdida de dientes de leche o caída de dientes adultos, empastes mal realizados, malos encapsulamientos dentales o patologías como piorrea, gingivitis o tumores de boca y mandíbula.
Los niños tienen lo que se denomina dientes de leche o caducos, o incluso primarios. Son los primeros dientes que se forman en la vida de un individuo y continúan desarrollándose durante toda la infancia, hasta que alrededor de los 6 años se caen y son sustituidos por los dientes permanentes.
En muchos casos, cuando un niño tiene los dientes ligeramente torcidos, se enderezarán solos con el tiempo, pero no siempre es así y en este caso habrá que aplicar aparatos de ortodoncia para ayudar a los dientes a crecer.
La mayor diferencia entre el tratamiento de ortodoncia para adultos y para niños es que en este último no sólo se enderezan los dientes, sino que también se gestiona el correcto desarrollo óseo de la mandíbula.
Muy a menudo se nos hace pensar que la ortodoncia no es cosa de adultos. En realidad, es todo lo contrario. De hecho, así como es cierto que durante el desarrollo y la infancia es más fácil intervenir para tener una dentadura regular, no es menos cierto que los dientes pueden perder su alineación durante la edad adulta, cuando las muelas del juicio empiezan a empujar a las demás para crear su propio espacio, haciendo irregular una dentición que hasta entonces se percibía como perfecta. En definitiva, el tratamiento de ortodoncia puede ser igual de eficaz durante la infancia o la adolescencia que a cualquier otra edad: lo importante es encontrar la técnica que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
Además de este aspecto, también es igualmente importante recordar que cuando se trata de estética y autocuidado, siempre hay que dejar de lado los estigmas sociales y los miedos asociados: no importa si uno toma la decisión de ponerse ortodoncia y cuándo, lo que realmente importa es simplemente sentirse bien con uno mismo y cómodo, sobre todo al sonreír.
Aparatos de ortodoncia: los aparatos pueden ser fijos o móviles. Los primeros son los clásicos aparatos metálicos compuestos por gomas y brackets. La ventaja es que son muy eficaces para conseguir unos dientes rectos y perfectamente alineados, pero complican bastante el mantenimiento de una buena higiene bucal y en los adultos pueden no ser la opción preferida para muchos porque son imposibles de ocultar. Los brackets móviles, por su parte, son aquellos que sólo se pueden llevar durante las comidas, pero sólo se utilizan para la corrección de maloclusiones y no para dientes torcidos. La duración necesaria para ver los resultados definitivos varía mucho de un paciente a otro en función de la edad y el grado de la imperfección que se desea corregir y puede oscilar entre un mínimo de 5 meses y un máximo de 5 años en los casos más complejos.
Aparato lingual: a diferencia de los aparatos fijos, estos modelos no son tan visibles al hablar y sonreír, por lo que son una de las mejores opciones si el paciente es una persona adulta que no desea tener un aparato muy notorio. Se coloca en el interior de los dientes, es decir, en el lado de la lengua, y, por lo tanto, no puede verse desde el exterior. Por lo tanto, la ventaja es evidente, además de que preserva mejor el esmalte dental. En los primeros días, sin embargo, puede sentirse un poco extraño al hablar, porque la lengua tendrá que adaptarse a la presencia de este nuevo cuerpo extraño. Una vez más, no es posible predecir cuánto tiempo se debe llevar puesto el aparato sin visitar antes al especialista.
Invisalign: es la técnica más popular entre los adultos porque se trata de un aparato invisible. De hecho, este sistema se basa en una serie de máscaras transparentes que se colocan sobre los dientes, similares en cierto modo a las férulas utilizadas contra el bruxismo. Estas máscaras pueden retirarse fácilmente durante las comidas, por lo que tienen la doble ventaja de preservar tanto una correcta higiene bucal como la estética. Las férulas se procesan mediante un programa informático y cada quince días los pacientes reciben nuevos modelos a medida que irán alineando gradualmente sus dientes torcidos. El tratamiento suele durar entre 6 meses y 1 año, pero aun así no es posible determinar el calendario exacto sin una visita previa.
Clínica dental Emanuele Puzzilli. 2020. Dientes torcidos: causas, consecuencias y remedios para enderezarlos | Studio Puzzilli. [en línea] Disponible en: [Consultado el 27 de octubre de 2020].
Mariniello, A., 2020. Los niños y los dientes torcidos: ¿a qué edad intervenir? | Studio Dentistico Cozzolino. [en línea] Studio Dentistico Cozzolino. Disponible en: [Consultado el 27 de octubre de 2020].