Las venas varicosas, también llamadas várices, son dilataciones de las venas debajo de la piel visibles a simple vista y que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo. Las venas no son más que los vasos sanguíneos que transportan la sangre a través de los tejidos del cuerpo, pero cuando su funcionamiento se ve alterado, se generan varices. Muchas personas se sienten incómodas y avergonzadas debido a las venas varicosas y en algunos casos también pueden causar dolor. Hasta una de cada cuatro personas tiene várices y aunque existe la creencia de que solo afectan a las mujeres, las estadísticas afirman que el 35% son hombres.
Es importante aclarar que las várices no solo son un problema estético, sino una patología real del sistema circulatorio. De hecho, la presencia de venas varicosas visibles también puede ser un signo de un mayor riesgo de contraer enfermedades circulatorias graves. En el caso de varicosis severa, se hace referencia a la insuficiencia venosa crónica.
Las várices son venas dilatadas debido a un acúmulo anormal de sangre producida por una debilidad en las paredes de las venas superficiales y/o en el cierre defectuoso de las válvulas que regulan la circulación venosa de retorno. Por lo tanto, se genera un reflujo y las venas se estiran y se dilatan. Son reconocibles por el color azulado o violeta, o pueden verse en relieve debajo de la piel.
En general, las venas varicosas se forman principalmente en las piernas, especialmente en la parte interna de los muslos y las pantorrillas, pero también pueden aparecer en los tobillos y los pies.Las varices se clasifican en 4 estadios o grados según su dilatación y afectación.
Los síntomas de las várices o venas varicosas pueden incluir:
En la exploración física se observan venas con dilataciones y engrosamiento. En cuanto a los síntomas, dependerán del grado de insuficiencia venosa que padezca el paciente.
La función de las venas es transportar la sangre desde los tejidos del cuerpo al corazón. Dado que las venas de las piernas deben realizar esta tarea luchando contra la gravedad, sus paredes deben ser lo suficientemente elásticas y las válvulas venosas deben funcionar correctamente. Sin embargo, cuando esto no ocurre, hay un estancamiento de la sangre en las venas y por lo tanto aparecen las varices.
Los principales factores de riesgo, o aquellos elementos externos o internos que pueden favorecer la aparición de varices incluyen:
En los hombres, se da más en profesiones que requieren estar más horas de pie y trabajando en zonas cercanas a fuentes de calor.
Para tratar adecuadamente las venas varicosas, debes buscar un cirujano con una especialización angiología y cirugía vascular que tenga un historial comprobado en el campo de los tratamientos de varices.
El angiólogo o cirujano vascular, después de haber realizado una evaluación cuidadosa de la gravedad del problema y de haber establecido sus causas, podrá formular el diagnóstico correcto de tu caso y, por lo tanto, podrá indicar el tratamiento más adecuado para ti.
La mejor manera de elegir el profesional es averiguar más sobre su trabajo y verificar sus tasas de éxito con otros pacientes. Sin embargo, te recomendamos que compares precios y revises bien la publicidad con promociones excesivamente económicas.
Hasta ahora, la forma más utilizada para el tratamiento de las várices era el método quirúrgico, pero existen otro tipo de intervenciones y tratamientos, muchos de los cuales son mínimamente invasivos y reducen las posibles complicaciones, lo que permite una recuperación casi inmediata para el paciente, que puede reanudar sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento.
Estos son los métodos y cirugías más utilizados para eliminar las várices:
Los tratamientos en sí no suelen ser dolorosos y es posible volver a las actividades diarias normales a las pocas horas de su realización. Algunas personas pueden tener una sensibilidad mayor o menor que otras, y esto también puede variar según el tipo de intervención que se realice.
En general, los tratamientos son muy simples, rápidos e indoloros. En el caso de que sientas un dolor agudo o una molestia o efectos secundarios, es esencial informar inmediatamente a tu especialista.
Después de los tratamientos, las venas varicosas tienden a disminuir hasta desaparecer por completo. Es posible esperar una mejor apariencia estética de la piel donde aparecen las venas varicosas y donde los vasos ya no se dilatan. Sin embargo, además del aspecto estético, el paciente también notará una mejora física en general, ya que la hinchazón y los dolores disminuyen.
Sin embargo, independientemente del tratamiento utilizado para el tratamiento de las venas varicosas, la persona que padezca una predisposición a esta enfermedad es probable que vuelvan a tener varices en el futuro ya que se trata de una enfermedad crónica: las terapias y los tratamientos pueden curar las venas enfermas, pero con el tiempo la patología podría afectar otras venas que en el momento de la intervención del médico no se habían visto afectadas. La mejor manera de prevenir las varices es llevar una vida sana y activa, ser seguido por un especialista y realizar exámenes anuales para verificar tu salud. También hay algunos trucos que se puedes seguir para garantizar mejores resultados, como usar medias elásticas de compresión para ayudar a tensar los vasos sanguíneos y ayudar a la circulación o realizar una actividad física regular para ayudar a bombear más la sangre y mejorar la capacidad cardíaca, reduciendo así la incidencia de varices.
Una vez que se trata una vena, el problema no volverá a aparecer en la misma, pero lo que puede suceder es que se formen nuevas lesiones. Precisamente por esta razón, es tan importante cambiar tus hábitos: es esencial que la sangre pueda circular adecuadamente y no dilate otras venas causando la recurrencia de las varices.
Entre los cambios positivos que a menudo se pueden adoptar, los médicos recomiendan:
Es importante enfatizar que el tratamiento solo no es es efectivo si no está acompañado por la adopción de medidas preventivas, como llevar una vida saludable y menos sedentaria.
Como en la mayoría de los casos, la mejor manera de prevenir las varices es adoptar una dieta equilibrada, hacer ejercicios de forma regular y mantener un peso saludable.
Algunas recomendaciones pueden incluir:
Como en todo procedimiento, pueden aparecer algunas complicaciones aunque no son muy comunes. Hay que tener en cuenta que dependerá del método elegido por el profesional. Entre las más complicaciones más normales se encuentran: