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La eliminación de un tatuaje en su totalidad es posible con la tecnología láser disponible hoy día, con especial mención al láser Q-Switch, que además cuida la piel. Aunque hay algunos colores que no se pueden eliminar por completo, sí que se suelen suavizar hasta quedar casi imperceptibles a la vista. La eliminación de tatuajes con láser no es un procedimiento doloroso, aunque se suele usar crema anestésica para hacerlo más cómodo.
Es una técnica láser que los borra de la piel. Gracias a la tecnología actual, se pueden eliminar los tatuajes por completo hasta en un 96% de los casos, aunque algunos colores, como amarillo o verde, son imposibles de eliminar por completo, y en esos casos se reduce su impacto visual hasta quedar prácticamente imperceptibles. De hecho, en algunos casos en los que la micropigmentación de cejas no ha quedado bien y se recurre al láser para eliminar este diseño. Hay diversas razones por las que se puede querer quitar:
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No hay grandes restricciones para poder eliminarse un tatuaje, salvo que no se puede realizar en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Sí que hay que preparar a la piel para el tratamiento y evitar la exposición al sol durante las dos semanas previas a la sesión, centro desde el que nos recomiendan esperar un mínimo de tres o cuatro meses para eliminar tatuajes recién hechos.
Cómo escoger al especialista para eliminación de tatuajes
Es importante valorar el tipo de láser que cada centro usa, las recomendaciones para la zona y el tatuaje en cuestión, ya que pueden variar el número de sesiones y la duración de estas.
No es un tratamiento agresivo y la molestia que causa es similar a la del propio tatuaje, pero es importante encontrar especialistas que nos transmitan confianza y con referencias de que podrán eliminarlo en su totalidad. Te recomendamos revisar muy bien la experiencia del médico o centro y sobre todo no te dejes llevar por precios excesivamente baratos ya que en ocasiones los resultados no son lo mejores.
Cómo es la primera visita con el doctor
En la primera visita, el especialista realiza las siguientes gestiones:
Preparación para eliminar los tatuajes
Es importante no tomar el sol durante las dos semanas previas a la primera sesión, ya que un tratamiento láser sobre piel bronceada puede dejar manchas. Asimismo, es importante mantener la zona hidratada con cremas específicas.
Dependiendo de la zona y de nuestro umbral del dolor, puede ser necesario aplicar cremas anestésicas sobre el tatuaje. En tal caso, será necesario hacerlo unas dos horas antes de la sesión y envolver la zona con papel de film, para que la piel pueda absorber el máximo posible
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Para eliminar un tatuaje se aplica tratamiento láser en la zona tatuada. Los rayos afectan a las partículas de tinta y hace que se descompongan en otras más pequeñas que el cuerpo puede asimilar y eliminar a través del sistema linfático. Con las sesiones necesarias, acaba por desaparecer.
Se añade un depurador hepático para ayudar a las células a expulsar las moléculas de tinta. También informan de que, al ser el propio cuerpo el que elimina la tinta, su localización, y de que si está en las extremidades, alejado de la línea media, tardará más en eliminarse.
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Eliminar un tatuaje que ya no queremos sea por el motivo que sea, tiene varias ventajas que detallamos a continuación:
Cómo es la recuperación después del tratamiento
No hay una recuperación como tal. Los efectos se empiezan a notar desde la primera sesión pero que se empiezan a apreciar más en un periodo de entre 20 y 45 días, que es lo que le lleva al cuerpo eliminar las partículas de tinta a través del sistema linfático.
Sí que es importante cuidar bien la zona tratada para una absoluta eliminación del tatuaje:
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En el caso del tratamiento láser puede llevar varias sesiones la total eliminación, pero en la mayoría de casos y con casi todos los colores de la tinta, se quedará completamente eliminado sin dejar ninguna marca si cuidamos bien la piel en los días posteriores a cada sesión.
Los resultados son muy naturales y la piel no sufre con los tratamientos láser actuales.
Con los tratamientos láser actuales hay riesgos mínimos, es posible sufrir quemaduras leves en la piel si el tratamiento no se ejecuta correctamente. Así como la aparición de edemas y eritemas. Si seguimos todas las indicaciones de cuidado cutáneo posterior a cada sesión no aparecerán manchas ni marcas, un riesgo si exponemos la zona tratada a los rayos del sol.
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