Nuestro paciente llegó con la intención de evitar la rinoplastia y deseaba una nariz más respingada y pequeña. Tras una evaluación con el médico, se concluyó que, efectivamente, con el procedimiento de ácido hialurónico, era posible hacer realidad su objetivo. El resultado fue asombroso: una nariz respingada en solo una hora, con mínimo dolor, sin postoperatorio y resultados perfectos durante al menos un año. ¿Te gusta?