Las ojeras son ampliamente conocidas por ser síntoma de cansancio, estrés, mala alimentación o agotamiento general. Unas ojeras pronunciadas y mal atendidas nos da un aspecto de mirada triste. Cuando el maquillaje, el cambio de hábitos de alimentación o los tratamientos naturales no son suficientes para curar los círculos oscuros debajo de los ojos, la medicina estética ofrece varios tratamientos para su eliminación efectiva.
Por lo general son las coloraciones moradas, grisáseas o verdes que aparecen en el párpado inferior del ojo. Son uno de los males más comunes entre hombres y mujeres por igual, aunque se hacen más notorias en personas de tez blanca y en aquellos que tienen factores hereditarios que influyen en su aparición temprana. Las ojeras se ubican en una zona de la cara donde la piel es fina y las venas se transparentan y el colágeno suele ser escaso. Esta anomalía es más compleja de lo que parece y en ocasiones, viene acompañada de las llamadas 'bolsas', pequeños abultamiento en el párpado inferior provocadas por diferentes motivos.
El primer factor que favorece la aparición de las ojeras es la genética, pero también son comunes en personas que abusan de sustancias como el tabaco, del café o del alcohol; personas con problemas de sueño o con pocas horas diarias de descanso. Dormir bien durante 7 horas nocturnas –como mínimo– es fundamental para gozar de una buena salud física y emocional. Cuando esto no ocurre, nuestro cuerpo experimenta cambios notables como falta de concentración, cambios de ánimo y de temperamento y la aparición de las incómodas ojeras.
Si aún cambiando nuestros hábitos de sueño, de alimentación y de ejercicio, las ojeras siguen siendo una constante en nuestro rostro, existen diferentes tratamiento e intervenciones ambulatorias que pueden lograr la eliminación o disminución mayoritaria de ojeras como el tratamiento IPL (luz intensa pulsada), la carboxiterapia (que usa Co2 para combatirlas), tratamientos con ácido hialurónico. Lo que buscan estos procedimientos es reestructurar la zona del párpado para eliminar la flacidez que origina la aparición de 'bolsas' y ojeras.
Dependiendo de tu caso particular puedes decidir entre un cirujano plástico o un especialista en medicina estética. El primero será necesario cuando quieras someterte a una blefaroplastia, una operación que elimina de manera permanente las ojeras, mientras que si optas por tratamientos no invasivos un especialista en medicina estética podrá explicarte mejor las diferentes opciones que hay disponibles, con sus ventajas y sus contraindicaciones.
Es importante que hagas una pequeña investigación previa sobre lo que deseas corregir en tu rostro y en base a ello, leer opiniones de personas que hayan pasado por lo mismo y evaluar sus resultados. Las opiniones de otros pacientes sobre especialistas y tratamientos en general son una fuente de primera mano para tomar las decisiones correctas.
Tratamientos no invasivos
Luz Pulsada Intensa (o IPL por sus siglas en inglés): es un tratamiento que utiliza una máquina que emite pulsos de luz. Es ideal para el manejo de manchas en la piel. Este procedimiento es ambulatorio, no requiere hospitalización ni anestesia, pero sí cuidados específicos en cuanto a la exposición al sol.
Tratamientos láser: Se trata de sesiones en las cuales se puede utilizar diferentes tipos de láser dependiendo del tipo de ojeras de cada paciente. Generalmente se requiere de varias sesiones para tener un resultado óptimo.
Tratamientos mínimamente invasivos
Rejuvenecimiento periorbitario con ácido hialurónico: El ácido hialurónico es una proteína que nuestro cuerpo produce naturalmente, por lo que permite realizar un tratamiento eficaz y seguro.
Este
procedimiento se lleva a cabo de manera ambulatoria, inyectando
microfilamentos de ácido hialurónico. La gran mayoría de los
efectos son inmediatos y sigue habiendo mejoría progresiva con el
paso de los días. Los resultados obtenidos consisten en una notable
la atenuación del surco lagrimal y con ello, una mirada más fresca.
Carboxiterapia: es un procedimiento que utiliza dióxido de carbono (CO2) para contrarrestar los factores que producen la aparición de las ojeras. Consiste en la inyección de CO2 de forma subcutánea para estimular la lipolisis de los tejidos adyacentes al ojo. Además, aumenta la oxigenación de la zona y con ello, mejora la tensión, calidad y color de la piel.
El número varía dependiendo de cada caso, pero en promedio se necesitan unas 12 sesiones.
Tratamientos quirúrgicos
Blefaroplastia: también conocida como cirugía de párpado es un procedimiento que busca corregir las llamadas 'bolsas' de los ojos que suelen aparecer por causas congénitas, y así refrescar la mirada. Esta cirugía no contempla la elevación de las cejas ni la corrección de las arrugas cercanas ni se eliminan las ojeras circulatorias. La blefaroplastia solo tiene como objetivo la eliminación del exceso de piel de la parte inferior del ojo y cuando es completa, también se encarga de eliminar el exceso de piel del párpado superior, lo que en muchas ocasiones mejora el rango de visión del paciente.
Nanofat: esta es una técnica de extracción de tejido graso mediante la técnica de liposucción, para luego emulsificarlo e inyectarlo nuevamente en la zona de las ojeras, usando agujas finas como las usadas en el tratamiento con ácido hialurónico. Este tejido graso contiene células madre que cumplen un papel fundamental en la recuperación de la piel y muy efectivo en el tratamiento de ojeras oscuras.
Los candidatos a cualquiera de los procedimientos de eliminación de ojeras anteriormente mencionados son personas que tengan ojeras que quieran eliminar. Dependiendo de las características de cada persona, será adecuado uno u otro tratamiento, incluyendo los procedimientos quirúrgicos que en muchas ocasiones son la única solución para atenuar el problema y obtener resultados saludables.
En el caso del Nanofat, al ser una técnica que requiere la extracción y reinyección de grasa, no es posible llevarlo a cabo en personas que sufren de anorexia, en atletas, o en personas que debido a circunstancias particulares no tengan la grasa suficiente para extraer e injertar.
Si has hecho tu investigación previa y has decidido que lo que quieres es un procedimiento no invasivo, lo mejor es que consultes con un especialista en medicina estética (que no es lo mismo que un cirujano plástico) para que te haga una evaluación previa y determine qué tipo de tratamiento es el más adecuado para ti. Todos los que hemos mencionado anteriormente han probado dar buenos resultados, pero es importante que tomes las precauciones necesarias para elegir en qué manos confiar para tratar tu problema. Lo más recomendable es que te fijes en:
Cuando se trata de procedimientos ambulatorios, la primera visita con el especialista será para evaluar la causa que está generando las ojeras que queremos eliminar, hablar de las medidas y precauciones que debe tener después de la intervención, despejar dudas y determinar si te genera o no confianza para poner tu salud en sus manos. En este primer encuentro también se hablará de la cantidad de sesiones que serán necesarias y las recomendaciones para que el tratamiento sea tan efectivo como sea posible.
En el caso de los procedimientos quirúrgicos, la primera cita con el cirujano servirá para hacer un cuadro clínico completo, hacer las preguntas necesarias para identificar las causas del problema y ofrecer diferentes soluciones para corregirlo. Esta primera consulta también sirve para aclarar miedos, dudas y mitos sobre el procedimiento que quieras realizarte, cuántas sesiones son necesarias, hablar del postoperatorio y de la necesidad de detener el consumo de tabaco o alcohol para favorecer la recuperación. En caso de optar por alguna de las opciones que te ofrezca, el médico pautará una segunda visita para llevar a cabo el procedimiento directamente o para definir la fecha, el lugar y las condiciones en las que se hará la cirugía.
Cualquier persona que se someta a procedimientos quirúrgicos o estéticos como los que se utilizan para la eliminación de las ojeras, espera resultados satisfactorios en un periodo de tiempo relativamente corto. En el caso de las inyecciones de ácido hialurónico, el resultado de una sola sesión es prácticamente inmediato y duradero, y su efecto puede durar hasta 2 años.
Los tratamientos con láser, carboxiterapia y ácido hialurónico, ofrecen un rejuvenecimiento visible de la mirada, elimina los rasgos de cansancio, reduce considerablemente las bolsas en los ojos y requieren intervenciones relativamente rápidas y con pocos efectos secundarios. Para lograr un tratamiento exitoso, el profesional que elijas debe determinar cuál es el mejor tratamiento para ti.
Por su parte, las cirugías también ofrecen resultados muy satisfactorios y más duraderos, pero el tiempo de recuperación es mayor. Es importante recordar que los resultados no son eternos ni detienen el envejecimiento natural de la piel, por lo que será necesario hacer retoques pasado cierto tiempo si queremos seguir conservando esa mirada fresca a pesar de nuestra edad.
En general, la recuperación no presenta grandes molestias. Dependiendo del tratamiento realizado puede durar desde algunas horas hasta una semana. Dentro de los efectos secundarios se encuentra la inflamación, la que puede ser mínima e imperceptible pero también es habitual que pueda haber enrojecimiento y aparición de hematomas. En algunos casos puede que sea necesario que te protejas del sol para evitar manchas.
Tratamientos ambulatorios:
Procedimientos quirúrgicos:
Cada cuerpo es diferente, por lo que los resultados pueden variar entre sí dependiendo del tipo de piel, de la profundidad de las ojeras y de la cantidad de sesiones que el cirujano recomiende. Lo resultados pueden verse al cabo de un par de días desde la primera sesión y seguirán manifestándose a lo largo del tratamiento, hasta ser completamente visibles luego de la última sesión.
El ácido hialurónico es el que ofrece resultados más inmediatos y duraderos con solo una sesión pero es posible que sea necesario someternos a otra sesión en un par de años para refrescar el efecto del ácido en nuestro contorno de ojos.
Los efectos secundarios son poco frecuentes y dependen del tipo de piel, de la técnica utilizada y de los factores presentes en cada paciente. Por lo general, se tratan de hematoma, hinchazón y enrojecimiento de la zona, que no tarda más de un mes en desaparecer. En el caso del tratamiento con láser, puede aparecer una pequeña costra roja en la parte que ha sido tratada si la piel es muy sensible, pero desaparecerá en los días siguientes al procedimiento.
En cuanto a los riesgos que corres, es importante que le pidas información detallada a tu médico sobre esto, pues algunas de las complicaciones que pueden presentarse a posteriori son:
La piel clara y muy fina, así como la escasa ingesta de líquidos, descansar poco, consumir tabaco o alcohol, son factores que influyen negativamente en la piel en general y más en particular en la zona de la ojera.
El tratamiento ideal es realizar una cirugía, pero, en el caso de no querer por momento realizar tratamientos permanentes, se puede “camuflar” con ácido hialurónico.
Muchas ojeras tienen un componente genético importante así que es habitual que existan ojeras desde edades tempranas. Existen varios tratamientos para la zona de ojeras, se puede combinar, ácido hialurónico, carboxiterapia, toxina botulínica, peelings, entre otros. Lo mejor es tener una cita con el o la especialista para que te realicen un diagnóstico personalizado. Explica la Dra. Gavilán.
Este tipo de ojeras puede ser tratada de varias maneras, sin embargo, al ser hereditarias, va a ser necesario que realices varios retoques a lo largo de los años.
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