La reducción de senos o mamoplastia de reducción es una intervención quirúrgica que tiene como objetivo disminuir la posición de los senos y de la areola, según sea el caso, para que estos queden más simétricos y proporcionales al cuerpo de la paciente.
Dolor de cuello y espalda, irritación bajo la piel de los senos, incomodidad al caminar, problemas de autoestima y dificultad respiratoria, son algunos de los síntomas de las miles de mujeres que sufren de un exceso de volumen en sus mamas.
Para poder corregirlo, una de las cirugías más comunes es la reducción de senos o mamoplastia de reducción. Gracias a los avances tecnológicos, hoy es una intervención muchísimo más segura y con un mínimo de complicaciones. Se realiza a través de la extirpación de tejido mamario, grasa y piel sobrante, dando a las mamas una apariencia más armónica, permitiendo que la paciente tenga una sensación de mayor firmeza.
Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Estética, una buena candidata para la intervención de reducción de senos debe presentar algunas de estas condiciones:
Según los especialistas de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Estética, una reducción de senos se puede realizar a cualquier edad, pero en la mayoría de los casos el cirujano recomienda esperar hasta que el busto esté completamente desarrollado.
Además, recomiendan que si las pacientes quieren realizarse la cirugía de reducción de mamas antes de ser madres y amamantar en un futuro, deben discutirlo con su cirujano plástico, ya que esta intervención podría afectar la lactancia
La especialidad de Cirugía Plástica y Reparadora está reconocida. Es por eso que al momento de elegir correctamente al doctor que va a realizar la cirugía es importante que el paciente se informe sobre:
Durante la primera consulta, el cirujano realizará una completa evaluación de la paciente, revisando el tamaño y forma de las mamas. Además de examinar la firmeza de la piel y pedirá a la paciente varios exámenes, en especial un estudio mamográfico completo, para identificar el estado general de su salud, explican los especialistas.
Por otra parte, durante esta primera visita, se te preguntará acerca del tamaño de pecho que deseas y cualquier otra modificación que te gustaría que se realizara en cuanto a la asimetría de las mamas y la forma de las areolas.
Además, el cirujano te explicará las diversas técnicas de cirugía y combinación de procedimientos existentes para realizarte la intervención, según la necesidad de cada paciente. Así mismo, el especialista te expondrá de manera franca las expectativas de la cirugía, como las posibles complicaciones y riesgos que esta conlleva.
Recuerda comentarle a tu doctor si tienes intenciones de tener hijos en un futuro y amamantar, ya que esta cirugía estética puede presentar complicaciones durante la lactancia.
Se deben tomar las siguientes consideraciones antes de la cirugía:
Es importante destacar, que la mayoría de los especialistas recomienda no fumar ni consumir alcohol durante los días previos y posteriores a la intervención, para facilitar el proceso de cicatrización y oxigenación del paciente.
Los especialistas explican que la operación de reducción mamaria se realiza con anestesia general. La intervención suele durar entre las 2 y las 4 horas según sea el caso de cada paciente.
Para lograr con éxito las expectativas del paciente, se utilizan y combinan varias técnicas de cirugía, pero en general el especialista realiza una incisión en forma de ancla en el contorno de la areola. Además, se hace una línea vertical que va desde la areola y una línea horizontal que llega hasta el surco ubicado debajo del pecho.
Gracias a estas incisiones, el cirujano puede extirpar el exceso de grasa, tejido mamario y piel. En el caso de que la paciente presente un volumen muy excesivo, es posible que se utilice liposucción.
En el momento en que el cirujano ya ha logrado remover el exceso de tejido mamario, de piel y grasa, reubica la areola y el pezón en una posición más alta.
Después de la operación, el cirujano deja unos pequeños tubos de drenaje en los senos, para ayudar a evitar la acumulación de fluidos. Además de poner apósitos de gasa que cubrirán tus mamas, junto con un sujetador quirúrgico.
Los principales cuidados postoperatorios que deben tener en cuenta las pacientes que se someten a una cirugía de reducción mamaria según explican los especialistas, son las siguientes:
Son muchos los beneficios que la paciente experimentará luego de una cirugía de reducción de senos, entre los que destacan:
Deberás tener en cuenta las siguientes consideraciones o efectos secundarios:
Es importante destacar que después de una intervención de mamoplastia de reducción, quedan cicatrices permanentes, pero que van ir desapareciendo o notándose menos conforme avanza el tiempo.
Aun así, los resultados son bastante satisfactorios para la paciente, quién verá de inmediato una enorme mejoría en el aspecto, forma y tamaño de sus senos.
Por otro lado, la paciente se sentirá bastante aliviada de todos los malestares que tenía antiguamente por el excesivo volumen de sus mamas, como el dolor de espalda, cuellos, hombros; así como las dificultades respiratorias.
Los resultados finales se ven pasados unos meses de la operación. Es fundamental tener en cuenta que el resultado es definitivo y perdurará a lo largo de la vida de la paciente, pero las mamas pueden sufrir cambios debido a estímulos hormonales como el embarazo o el aumento – pérdida de peso.
Como en cualquier cirugía o intervención, la reducción mamaria puede conllevar ciertas complicaciones o riegos. Estos se incrementan considerablemente si la persona tiene problemas de salud, es obesa o tiene el hábito de fumar, puesto que no se oxigena correctamente la piel y se atrasa el proceso de cicatrización.
En esa línea las principales complicaciones o riesgos de una cirugía de reducción de senos son:
La presencia de cualquiera de estos síntomas debe ser revisada de inmediato por tu médico cirujano para determinar el tratamiento a seguir.