La odontopediatría es la rama de la odontología que se encarga de la salud dental y bucal de los niños, incluidos los recién nacidos. Un odontopediatra tiene los conocimientos necesarios para hacer revisiones y aplicar tratamientos adaptados a la edad y la conducta de los niños, con la vocación para evitar que la visita sea traumática. En este sentido, se encarga de detectar y sanear caries dentales, alteraciones en el desarrollo de los dientes y tratamientos de ortodoncia o rehabilitación.
Este nivel de especialización se encarga de los dientes de leche, que tienen una composición y tratamiento diferente a los dientes de hueso, por lo que es recomendable confiar la salud de tu hijo en un odontopediatra y no a un odontólogo general, tal como lo recomienda la Sociedad Chilena de Odontopediatría.
La odontopediatría también se encarga de la extracción de dientes de leche para favorecer el posicionamiento de los dientes definitivos, tal como afirman los especialistas del Centro Estético Wulf y evaluar el desarrollo de los maxilares.
Blanqueamiento de dientes: los dientes de leche reciben ese nombre por su color claro y brillante, pero cuando aparecen los dientes definitivos suelen tener un color más amarillento, lo que puede resultar molesto, sobre todo para los adolescentes. La Academia de Odontopediatría de Estados Unidos recomienda que los blanqueamientos se hagan a partir de los 14 años y nunca antes de la aparición de los dientes de hueso. El blanqueamiento consiste en la aplicación de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida durante 3 o 4 sesiones de 15 minutos.
Brackets: también conocidos como frenillos, son la aparatología metálica sujeta por un aro que se adhiere a la superficie frontal del diente, con el objetivo de empujar los dientes hacia el lugar donde deberían estar. El aro de metal es la parte activa del aparato y la que transmite la fuerza hacia los dientes; los alambres y elásticos completan ese sistema de empuje que termina finalmente corrigiendo la posición dental eficazmente.
Los brackets han sido tradicionalmente metálicos, pero en los últimos años el campo de la ortodoncia ha desarrollado otras opciones más estéticas usando materiales como la porcelana, el circonio o el zafiro. También existen los brackets de autoligado, que traen una tapa que reemplaza los elásticos tradicionales y que acelera el proceso de reubicación e los dientes en comparación con los brackets tradicionales. Los especialistas recomiendan no instalarlos antes de los 14 años, edad en la cual la mayoría de sus dientes definitivos han erupcionado.
Endodoncia infantil: cuando la caries es tan profunda que llega a la pulpa del diente, los afecta igual que si fueran dientes de adulto. Los exámenes clínicos y radiográficos que se lleven a cabo permitirán evaluar qué tan grave es el panorama y en base a eso, determinar qué tipo de endodoncia infantil se requiere. Existen dos procedimientos:
Extracción de dientes: uno de los procedimientos más comunes en niños en edad de recambio dental, que consiste en extirpar el diente de la encía. Según MedlinePlus, puede extenderse a cirugía cuando el diente ha lesionado gravemente o cuando haya sufrido una infección agresiva que lo haya destrozado. Además de las infecciones, lesiones o causas naturales, la extracción de dientes también puede ser efectuada cuando el especialista determine que necesitas espacio para que la aparatología que vaya a instalar dé los mejores resultados.
Limpieza dental: la limpieza dental es uno de los tratamientos odontológicos más comunes y rutinarios, que consiste en eliminar de los dientes impurezas y residuos como sarro o placa bacteriana que va quedando acumulada. Los especialistas recomiendan hacerse uno por lo menos una vez al año o cada seis meses, dependiendo de la evaluación preliminar. En los niños cobra importancia, sobre todo cuando aún no han aprendido del todo cómo mantener una buena higiene bucal, pues las limpiezas dentales son un método de prevención muy efectivo para las caries.
Ortodoncia: la ortodoncia es el tratamiento que se utiliza para enderezar los dientes mediante la colocación de aparatos correctores fijos o móviles. Cuando los dientes no están en el lugar indicado, es complicado que realicen sus funciones adecuadamente y origina desgastes en otras zonas de la boca. A eso hay que sumarle que los dientes desplazados entorpecen la higiene bucal y la dificultan. Existen tres tipos de ortodoncia, dependiendo de la edad del paciente:
Ortodoncia invisible: en este tratamiento se reemplazan los frenillos o aparatos de metal por nuevos modelos hechos de materiales como plástico o silicona, que resultan imperceptibles una vez instalados, por lo que no afectan la estética de los pacientes y ofrecen los mismos resultados efectivos de la ortodoncia tradicional.
Esta pregunta no tiene una respuesta a priori, pues el tratamiento dependerá de la evaluación del especialista. Lo que sí puede ayudarte a saber cuándo debes llevar a tu hijo a una consulta odontopediátrica, es conocer algunas de las razones por las cuales se aplican cada uno de estos tratamientos y hacer una primera evaluación sobre si tu hijo necesita atención especializada:
Blanqueamiento de dientes: si tu hijo acaba de terminar un tratamiento con ortodoncia y tiene los dientes un poco manchados, o si terminaron de salirle todos los dientes definitivos y tienen colores dispares entre ellos, es posible que tu hijo sea candidato para un blanqueamiento dental. Los especialistas recomiendan que este tratamiento se realice en adolescentes mayores de 14 años, cuando ya tienen la pulpa o el nervio de los dientes definitivos completamente formada. Para menores de 14 años existen pastas dentales con componentes blanqueadores que pueden usarse a partir de los 12 años,
Brackets: la Sociedad de Ortodoncia de Chile insiste en que una mala posición de los dientes puede dificultar la capacidad de higiene, especialmente en adolescentes. En caso de no tratar estas desviaciones a tiempo, se pueden desarrollar problemas mayores como dolores e incomodidades en la mandíbula. En términos generales, tu hijo es candidato a un tratamiento con brackets si sus dientes superiores están por delante de los inferiores o si, por el contrario, los inferiores están por delante de los dientes superiores. También es candidato si existen espacios muy grandes entre los dientes o si, por el contrario, están montados unos sobre otros por carecer de espacio.
Endodoncia infantil: al ser un tratamiento delicado, la endodoncia infantil requiere de estudios radiográficos para determinar el nivel de daño en el diente y el procedimiento a seguir. Tu hijo es candidato si tiene uno o varios dientes severamente afectados por las caries o por lesiones graves que hayan dejado al diente en un estado de fragilidad irrecuperable.
Extracción de dientes: en casos infantiles, las extracciones son necesarias en casos de erupción de los dientes definitivos, por caries en estado avanzado con dolores agudos y frecuentes, por infecciones no tratadas que hayan afectado al diente o por razones de espacio. Es frecuente que antes de instalar aparatología en la boca, el especialista retire piezas dentales buscando abrir espacio para los dientes que están sobrepuestos.
Limpieza dental: todos los niños y adolescentes son candidatos para una limpieza dental como parte de sus hábitos de higiene bucal. Es recomendable hacerse una por año o incluso dos, dependiendo de la evaluación previa del especialista.
Ortodoncia: además de solucionar la posición de los dientes, tu hijo es candidato para tratamientos de ortodoncia si presenta problemas de mandíbulas muy pequeñas o sobresalientes o problemas maxilofaciales.
Ortodoncia invisible: al igual que la ortodoncia tradicional, la invisible está recomendada para adolescentes mayores de 14 años, cuando la mayoría de sus dientes definitivos han aparecido. La ortodoncia invisible está indicada para corregir la posición de los dientes sin que se noten los aparatos instalados.
Blanqueamiento de dientes: el resultado es inmediato y puede durar entre 6 meses y 3 años, dependiendo de la buena alimentación y de la higiene bucal que tenga tu hijo.
Brackets: el tiempo mínimo de tratamiento es de dos años y puede extenderse el tiempo que sea necesario, dependiendo de la profundidad de desviación de los dientes y el compromiso que se tenga con las revisiones médicas, tal como lo indican los especialistas de la Clínica de Malposiciones Dentales.
Endodoncia infantil: el resultado de la endodoncia infantil es inmediato a nivel estético, pero el éxito final depende de los cuidados que se tengan durante la recuperación.
Extracción de dientes: el resultado del procedimiento es inmediato y la recuperación suele empezar a notarse al tercer día, dependiendo del diente que se haya extraído y de las causas.
Limpieza dental: el resultado de la limpieza dental es inmediato.
Ortodoncia: al igual que con los brackets, los resultados de la ortodoncia toman tiempo y dependen mucho de factores como la gravedad de las malposición de los dientes, el seguimiento que se le haga al tratamiento y
Ortodoncia invisible: los resultados dependerán del nivel de daño o reparación que se requiera para tener una sonrisa alineada.
Blanqueamientos dentales: tal como lo afirman los especialistas del Centro Smile Odontología Integral, no existen contraindicaciones para los blanqueamientos dentales. Sí puede ocurrir que no se proteja bien el paladar y el ácido queme un poco y cause heridas, tras lo cual hay que alertar al especialista para que intervenga.
Brackets: más allá del dolor temporal tras cada tensión de elásticos, los tratamientos con brackets no tienen efectos secundarios sobre los adolescentes.
Endodoncia infantil: infección de las heridas o una recuperación deficiente por malos cuidados. La mayoría de complicaciones que se puede presentar una endodoncia infantil están relacionadas a los cuidados postoperatorios de la misma, por lo que es importante seguir las instrucciones del especialista y explicarle a tu hijo la importancia de guardar reposo durante su recuperación.
Extracción de dientes: cuando la extracción de dientes se da mediante cirugía, se corre el riesgo de infección y los cuidados deben ser muy delicados para evitar que esto pase. Hinchazón en las mejillas y dolor en la zona tratada son algunos de los efectos secundarios posteriores. Cuando la extracción se da por recambio dental, la recuperación suele ser mucho más rápida y sin ningún efecto secundario.
Limpieza dental: no hay complicaciones ni efectos secundarios durante las limpiezas dentales.
Ortodoncia: no hay complicaciones ni efectos secundarios relacionados a los tratamientos de ortodoncia.
Ortodoncia invisible: no hay complicaciones ni efectos secundarios relacionados a los tratamientos de ortodoncia.
Es muy común que los niños demuestren animadversión hacia el dentista, sobre todo cuando se trata de aplicar tratamientos con aparatos incómodos que hacen ruido y causan dolores espontáneos dependiendo de la zona que toquen. Lo importante entonces es que el odontopediatra que elijas tenga vocación y paciencia para hacer de la experiencia algo tan cómodo como sea posible y garantizar los mejores resultados para tu hijo. Una vez encuentres a uno que se lleve bien con tu hijo, lo recomendable es que sigas con ese especialista todo el tiempo que puedas.
Si la primera cita es de rutina, el especialista intentará ganarse la confianza del paciente, sobre todo si es un niño pequeño. En esta primera visita se harán preguntas de rutina a los padres para conocer un poco sobre los hábitos alimenticios del niño, su historia clínica, sus intervenciones o tratamientos previos y para responder a las dudas sobre su salud bucal.
En caso de que la consulta sea por un problema específico, el especialista hará las pruebas necesarias para determinar la gravedad del problema o trazará la hoja de ruta para empezar el tratamiento cuanto antes.
Desde Mayo Clinic recomiendan entablar una relación de confianza con el odontopediatra para poder hacerle todas las preguntas que tengas respecto a los procedimientos que van a hacerse.
Por otro lado, es probable es que tu hijo sienta temor durante la primera cita con el odontopediatra, así que lo ideal es que durante los días previos te tomes el tiempo para explicarle mediante juegos, revistas o videos cómo será este encuentro y por qué es tan importante llevarlo a cabo. Otra buena manera de hacerlo es jugar al dentista y aprovechar para explicarle qué le van a hacer y cómo tiene que mantenerse mientras el especialista le revisa la boca. Si tu hijo tiene hermanos mayores, también puedes llevarlo a una de las consultas de ellos para que se familiarice con el entorno.
Hace años lo recomendable era llevar a los niños a su primera visita con el odontopediatra cuando toda la dentadura de leche hubiese erupcionado, es decir, a los 3 o 4 años aproximadamente. Sin embargo, las caries escolares cada vez más presentes en el periodo de recambio dental, ha obligado a la Sociedad Chilena de Odontopediatría a recomendar que la primera visita al especialista sea al cumplir 1 año de edad, de manera que se haga una revisión de las encías y se hagan las recomendaciones necesarias para que la salida de los dientes de leche sea tan cómoda como sea posible.
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