La lipopapada elimina los depósitos de grasa de debajo del mentón
La cara y el cuello son la carta de presentación y una de las zonas del cuerpo que queremos mantener tersas, saludables y con una apariencia joven. A veces, por aspectos como el paso del tiempo, los malos hábitos alimenticios y factores genéticos, nuestro cuello y papada pierden firmeza y tienen tendencia a acumular una gran cantidad de grasa bajo la barbilla.
Este tratamiento tiene como propósito eliminar todos los depósitos de grasa de la zona del mentón y debajo de la mandíbula, con el fin de darle al paciente una apariencia más juvenil, armónica, con un cuello más esbelto y firme.
Para realizar este procedimiento se usan diferentes técnicas. La liposucción es la más común, pero actualmente existe un amplio portafolio de tratamientos no quirúrgicos que se encarga de eliminar la grasa que se acumula en esta zona del cuerpo. El médico será el que evalúe cuál es la más adecuada para el paciente, dependiendo de la cantidad de grasa este tenga y de la calidad de piel con capacidad de retracción. Si por el contrario, hay mucha flacidez y piel que cuelga, será necesario emplear otra técnica como un lifting, cervicoplastia o ritidoplastia.
Los candidatos ideales son personas con mucha flacidez en la zona del cuello y mentón
Los candidatos para realizar este procedimiento son mujeres y hombres jóvenes con una buena calidad de piel, que tengan papada grasa y flacidez leve. Entre más joven sea, el paciente es mejor, ya que su piel tendrá mayor capacidad de retracción, porque después del tratamiento tendrá la fuerza necesaria para adaptarse al borde mandibular y lograr los resultados deseados.
En el caso de que existiera mucha flacidez en la zona, no se podrían obtener los resultados esperados, por lo que en estos casos se recomienda utilizar otro tipo de técnicas como un estiramiento cervical.
En estos casos los candidatos ideales son personas con mucha flacidez en la zona del cuello y mentón, piel arrugada o caída y acumulación de grasa en la zona. Los candidatos para esta cirugía no suelen ser tan jóvenes, ya que todas las características anteriormente descritas aparecen con el paso de los años.
Estos tratamientos están contraindicados para embarazadas o mujeres en período de lactancia.
Debe ser un médico especializado en reducción de papada
Al momento de elegir al médico plástico o estético, el paciente debe tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es cerciorarse que el médico esté especializado en reducción de papada. Asimismo, es muy importante que el cirujano esté reconocido, autorizado y certificado por entidades competentes en el sector como la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, La Sociedad Chilena de Medicina Estética o el Seremi.
Por otra parte, te recomendamos leer distintas experiencias o reseñas de pacientes que se hayan atendido con el médico, revisa fotos del antes y después para asegurar una buena tasa de éxito en sus intervenciones.
Siempre es aconsejable que el paciente acuda a varios médicos para escuchar diversos puntos de vista y pueda quedarse con el que le genere mayor confianza y empatía. La relación entre médico y paciente es fundamental para asegurar una fluida comunicación durante todo el tratamiento.
Se recomienda que el paciente exponga en detalle su caso al médico
Durante la primera cita se recomienda que el paciente exponga en detalle su caso al médico y le cuente sobre las expectativas que tiene con el tratamiento
Del mismo modo, el cirujano realizará una completa evaluación médica con la finalidad de determinar el estado de salud general del paciente. Realizará algunas preguntas como si es o no fumador/a o si bebe alcohol recurrentemente, ya que esto incide directamente con una mala cicatrización, por lo que el paciente deberá de abstenerse de fumar o ingerir estas sustancias durante al menos dos semanas previas al procedimiento.
También se debe informar al cirujano si el paciente está tomando algún tipo de medicamento, porque hay algunos que están contraindicados para la lipopapada.
Posteriormente, y antes del tratamiento, el cirujano le pedirá algunos exámenes médicos con el objetivo de detectar cualquier posible problema de salud que pueda estar contraindicado para realizar la cirugía. También asesorará al paciente detallándole todo el tratamiento y las diversas opciones que tiene.
Se recomienda siempre ir acompañado y apuntar previamente todas las dudas y preguntas para que no queden dudas.
La técnica dependerá de factores como la salud, la edad y la calidad de la piel del paciente
La técnica que se utilice en este tratamiento dependerá de varios factores, entre ellos el estado de salud del paciente, la edad y la calidad de la piel. Entre las más comunes podemos detallar:
Puede que después de la intervención, el médico recomiende usar una banda compresora durante 1 o dos días para potenciar la firmeza y la retracción adecuada de la piel en la zona de la operación.
Algunas de las ventajas que podemos destacar de este tratamiento son:
El postoperatorio de este tratamiento depende mucho de la técnica que se utilice
El postoperatorio de este tratamiento depende mucho de la técnica que se utilice. Por ejemplo, si se hace una liposucción en la papada, esta conlleva algunos cuidados que hay que tener en cuenta. Por una parte, el paciente deberá permanecer en la clínica por unas 4 o 5 horas transcurrida la intervención, en la que el cirujano se cerciorará que no hay complicaciones asociadas a la operación, dando de alta al paciente para que continúe con la recuperación en su lugar de residencia.
Así mismo, el cirujano le recetará algunos analgésicos y antinflamatorios para evitar posibles molestias e hinchazón. Para asegurar una correcta recuperación se le indicarán bandas compresoras que ayudarán a contraer la piel de la zona tratada durante 48 horas.
Además, le pedirá al paciente que tenga especial cuidado con la zona del cuello, evitando realizar movimientos bruscos y que al momento de darse un baño, cuide la temperatura del agua, que no sea muy caliente, sino más bien tibia.
Por otro lado, debe evitar fumar, ya que esto afecta directamente a la oxigenación de la sangre y la circulación sanguínea, por tanto, a una correcta cicatrización. Tampoco podrá exponerse al sol durante los primeros días y deberá suprimir cualquier actividad física durante al menos 1 mes.
El retiro de las suturas o puntos se realiza entre el 5 y los 12 días después de la operación y la posible inflamación comenzará a decaer a partir del quinto día. El tiempo de recuperación es variable, pero por lo general la persona puede volver a su rutina normal en un período de 7 días.
Si el paciente se realiza un tratamiento no quirúrgico, dependiendo de cuál sea, el médico le puede dar el alta de inmediato, pero recomendar que su rutina diaria la reanude de una manera tranquila, sin realizar movimientos bruscos.
Es poca la probabilidad de complicación
Como cualquier intervención existen posibles complicaciones o efectos secundarios que hay que tener en cuenta. Son muy pocas las probabilidades de que estas surjan y hay un porcentaje muy bajo de pacientes que las padecen. Entre ellas se pueden mencionar:
Mejora la autoestima del paciente
Entre los principales resultados que se pueden esperar tras este procedimiento podemos destacar los siguientes:
ISAPS. [online] Available at: <https://www.isaps.org/wp-content/uploads/2020/12/Global-Survey-2019.pdf> [Accessed 31 March 2021].
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