El procedimiento de aumento de pómulos es cada año más popular entre mujeres y hombres porque corresponde a uno de los 3 factores de la cara denominado “triángulo de la belleza".
Con el pasar de los años se van produciendo cambios que determinan las diferencias entre un adulto y una persona madura. Entre estos cambios hay reabsorción de bolsas grasas de la cara y reabsorción de tejido óseo, con modificación de los volúmenes de la cara y cambios en su configuración, permitiendo reconocer las distintas etapas de edad de las personas. Se comienza a formar las líneas de marioneta, el “buldog”, ojeras marcadas, cara de cansancio.
Es importante destacar, que los pómulos son los huesos que proyectan la parte de la cara conocida como mejillas, por lo que la principal finalidad de la intervención estética (en este caso aumento del volumen de los pómulos) es realzar la zona periorbitaria e incrementar el óvalo de la cara, buscando recuperar los volúmenes de etapas más juveniles de la vida. Es el tratamiento perfecto para pacientes con “poco relieve" en la cara, ya que con el implante se enmarca y resalta la mirada.
Está especialmente indicada en personas que tengan un malar (hueso que está a nivel de los pómulos) poco desarrollado, o en aquellos que teniendo un buen desarrollo óseo han perdido masa grasa en la zona, con el consiguiente “derretimiento” de las mejillas. Así mismo, el paciente ideal para este tipo de procedimiento es un paciente que goce de buena salud física y estabilidad mental, como la totalidad de los procedimientos y cirugías en estética.
Por una parte, puede haber pacientes jóvenes que vayan a la consulta de un cirujano con la necesidad de volumen para aumentar la proyección de las mejillas, o un paciente mayor que por temas de flacidez u otros, quiera reafirmar los tejidos realizándose este procedimiento. Para ambos casos, deben someterse a la exhaustiva evaluación de un especialista para que les recomiende el mejor tratamiento.
No es recomendada para pacientes que no disponen de un buen estado de salud general y para las personas que tomen anticoagulantes.
Es muy importante que este procedimiento sea realizado por profesionales (médicos, odontólogos, enfermeras), quienes tienen los conocimientos necesarios para realizar el procedimiento con el menor riesgo para el paciente. Se destaca que es necesario que el paciente se entreviste con el profesional, a fin de conocer sus resultados (en otros pacientes), su forma de ser (igual que en cualquier relación humana hay unas que funcionan y otras que no lo hacen, dependiendo de la interrelación que se establezca), conocer sus instalaciones, saber dónde se realizará el procedimiento, aclarar dudas.
Otro punto a considerar es la comunicación efectiva entre profesional y paciente, ya que el profesional debe hablar de forma clara y realista sobre los resultados. Es importante hablar de “expectativas reales” para que ambos valoren los futuros resultados de cada operación, por encima de otros factores como, por ejemplo, económicos.
Se recomiendan los siguientes puntos a considerar en la elección del profesional que realizará el procedimiento:
Durante la primera cita, el profesional debe interrogar al paciente con respecto a antecedentes de salud, tanto propios como de familiares cercanos. Así como hacer un estudio de las condiciones de salud general del paciente, una evaluación de la cara (estado de los tejidos, presencia de signos que hagan sospechar patologías, medidas) y su estructura, determinando qué posibilidades hay y la factibilidad de realizar el procedimiento, así como los posibles resultados de cualquier tratamiento que se realice y los riesgos de complicación.
Es muy importante que el profesional interrogue exhaustivamente al paciente con respecto a sus expectativas de resultados, a fin de establecer si estas son realistas. Todos estos puntos deben ser explicados al paciente de manera clara y comprensible, a fin de que entienda la opinión fundamentada del especialista.
Todo lo anterior debe quedar escrito en una ficha del paciente, para asistir futuras consultas, así como dejar registro de lo que se hace, conversa, acuerda, observa.
Podrían tomarse fotografías para dejar registro de los hallazgos, simulaciones de resultados, y fundamentalmente antecedentes para la ficha.
Existen diferentes métodos para el aumento de pómulos, pero dentro de los más utilizados están:
Al tratarse de un procedimiento ambulatorio, el cual no necesita el ingreso del paciente en el centro médico, la recuperación es bastante rápida.
Dependiendo de cuál de los tres procedimientos se realizaron dependerá del tiempo de recuperación.
La principal ventaja de este procedimiento es que se pueden visualizar los resultados en muy pocos días. Esta cirugía mejora la imagen general del paciente y gracias a unos pómulos marcados el resto de los rasgos faciales parecerán más prominentes.
Al salir del centro médico y en los días post operatorios, el paciente podrá experimentar diferentes molestias o signos en la piel que son considerados como normales:
A partir de las 72 horas, las molestias irán disminuyendo. Puede precisar algunos días de reposo según sea cada caso. Importante también evitar el sol y la depilación en la zona de la cirugía.
No se recomienda realizar ningún tipo de ejercicio físico durante 2-3 semanas, ya que todo lo que produzca una elevación de la presión arterial puede causar sangrado.
Se recomienda, sobre cualquiera de los 3 casos, dormir con la cabeza a más altura del cuerpo y boca arriba, para evitar cualquier roce que potencie la inflamación de los tejidos. Para ello, puedes ponerte hasta dos o tres almohadas bajo la cabeza y espalda para quedar en una posición reclinada. Esta postura reduce el dolor y la hinchazón.
A las dos o tres semanas, en el caso de los implantes, ya se pueden reanudar las actividades habituales sin ningún problema.
Los resultados de esta cirugía son múltiples:
La duración del hialurónico está relacionado con la tecnología utilizada en el proceso de reticulación y la concentración. Es por ello que tenemos hialurónicos de la línea juvederm que tienen la más larga duración de hasta 24 meses. Pero no es menos cierto que la velocidad de reabsorción puede variar de un paciente a otro por características propias de cada uno. En promedio, con los ácidos existentes de manera más común, debería durar entre 10 y 12 meses.
Si bien los cambios se notan de inmediato, los especialistas explican que los resultados finales se van a observar aproximadamente al cabo de un mes, ya que poco a poco va bajando la inflamación. Notará una mejoría diaria, pero se debe ser paciente con el proceso de recuperación.
A partir de un par de semanas el paciente podrá tomar sol. Esto para dar tiempo suficiente al proceso de cicatrización y a que baje la inflamación.
Al cabo de una semana podrá reincorporarse a la vida normal. Esto según el proceso de recuperación de cada paciente en particular. Es por esto que se debe tener una fluida comunicación con su médico tratante.
Los pómulos, en ningún caso, se rellenan con botox. El botox es un inyectable para reducir las arrugas dinámicas, que no da volumen y no se debe poner en esa zona. Si quieres aumentar el volumen de los pómulos, debes realizarte un tratamiento de ácido hialurónico (reabsorbible), lipofilling o implantes.
Ambos procedimientos buscan armonizar el rostro dándole una forma más triangular; el implante de prótesis de pómulo lo hace a expensas de potenciar el volumen de estos, en cambio, la resección de las Bolas de Bichat lo consigue reduciendo el volumen a nivel de las mejillas. Por lo tanto, la elección de una u otra opción dependerá del rostro específico de cada caso.