Con el paso de los años, la piel del rostro sufre una pérdida de tono tanto en las capas más superficiales del tejido cutáneo como en las más profundas. La pérdida de firmeza del rostro se debe al relajo estructural de la piel, que requiere remedios eficaces para recuperar el bienestar cutáneo, levantar la piel y devolverle tono y volumen.
La pérdida de firmeza de la piel se debe a la disminución progresiva de la producción de colágeno y elastina en la piel, provocada por el avance de la edad. El colágeno, de hecho, representa la estructura de sostén de la piel, que, con el tiempo, se hunde, provocando una laxitud cutánea cada vez más evidente.
En realidad, en este proceso fisiológico intervienen también otros factores, como la disminución de la hidratación debida a una menor concentración de ácido hialurónico.
El grado de flacidez, por supuesto, resulta ser diferente dependiendo del paciente, por ejemplo, en personas que tienen un rostro más estructurado, con mentón y pómulos marcados, la flacidez de la piel será menos evidente.
El envejecimiento es sin duda una de las principales causas de este fenómeno. De hecho, con el avance de la edad, el metabolismo celular se ralentiza, lo que provoca una disminución del colágeno, la elastina y la concentración de células grasas en el rostro, dando lugar a la formación de flacidez y relajación de la piel. Sin embargo, la pérdida de tono y la flacidez también pueden producirse a una edad temprana, generalmente debido a la adopción de una dieta incorrecta, una hidratación insuficiente, el estrés, el consumo de alcohol y tabaco, y también debido a una exposición prolongada al sol sin utilizar cremas protectoras.
En medicina estética existen diversos tratamientos no invasivos que nos permiten conseguir excelentes resultados en poco tiempo.
Ácido hialurónico
Tanto los rellenos como la biorevitalización con ácido hialurónico figuran entre los tratamientos más conocidos y eficaces para recuperar el tono y la elasticidad. Resulta especialmente perfecto para rellenar las depresiones y surcos de la piel creados por el agotamiento causado por la pérdida de peso, el estrés y el envejecimiento. Consiste en la infiltración de ácido hialurónico intradérmico mediante jeringas muy finas, prácticamente imperceptibles. El ácido hialurónico recrea y consolida la estructura natural de la piel, que aparecerá visiblemente más firme e hidratada. Está indicado para tratar el tercio medio inferior del rostro y, cuando desaparece el efecto, puede repetirse de nuevo.
Toxina botulínica
La toxina botulínica es un remedio conocido principalmente por eliminar las arrugas de la frente y el contorno de los ojos (tercio superior de la cara), pero no todo el mundo sabe que también puede ser un tratamiento adecuado para resolver el problema de la pérdida de firmeza en otras zonas del rostro. De hecho, la toxina botulínica puede diluirse aún más para crear un tratamiento llamado Microbotulinum o Mesobotox, una especie de mesoterapia bioestimulante que también puede aplicarse en las zonas del cuello y la mandíbula. La toxina botulínica tiene el poder de disminuir la contracción de los músculos faciales, con el fin de prevenir las arrugas del rostro, por lo que es uno de los mejores tratamientos antiedad. El tratamiento puede requerir varias sesiones, pero los resultados serán visibles desde la primera sesión.
Hilos tensores
Los hilos tensores, compuestos por sustancias reabsorbibles, son una herramienta muy eficaz para combatir la pérdida de firmeza y la flacidez de la piel del rostro. El médico insertará hilos en las zonas de interés con la ayuda de agujas muy finas que realizará un estiramiento de la piel. Además, los hilos también estimularán la producción de colágeno para restaurar la estructura tisular de la piel. Los resultados serán visibles inmediatamente y de duración variable (aprox. de 12 a 18 meses). El tratamiento se recomienda para las distintas zonas del rostro: la zona de la frente, el tercio medio inferior del rostro y el cuello.
Rejuvenecimiento cutáneo con láser
Se trata de una técnica cada vez más popular por su eficacia. Consiste en el uso combinado de láser CO2 fraccionado con radiofrecuencia. Este innovador tratamiento estimula la génesis de fibroblastos y nuevo colágeno para dar tono a la piel del rostro mediante la regeneración de nuevo tejido cutáneo. El tratamiento no es doloroso y le permitirá reincorporarse inmediatamente a sus actividades habituales. Dura unos 45 minutos y puede repetirse al cabo de 2 meses. Generalmente, es necesaria más de una sesión para obtener resultados más notables.