¿Por qué hacerse un peeling?
Ya sean químicos o con láser, la recuperación post peeling requiere evitar a toda costa la exposición al sol, para impedir la aparición de manchas severas. El invierno, entonces, es la mejor época para realizarlos. Aquí, por qué hacerse uno, cuál elegir dependiendo del tipo de piel y los nuevos tratamientos disponibles.
Por qué hacerse un peeling
Desde los 25 años la piel experimenta grandes cambios debido a la progresiva pérdida de colágeno y elastina. Es por eso que, a partir de esa edad, esta comienza a requerir cuidados especiales, entre ellos un peeling o tratamiento para descamar de manera acelerada la primera capa de la piel. El peeling permite eliminar las células muertas, disminuir el tamaño de los poros dilatados, atenuar arrugas, eliminar manchas e imperfecciones y dar un aspecto más luminoso. Qué peeling hacerse dependerá del tipo de piel y del diagnóstico del dermatólogo.
- Piel grasa: aquí el objetivo del peeling es controlar la secreción sebácea y reducir la dilatación de los poros que se registran en este tipo de piel. Para eso, el dermatólogo aplica una dosis tópica de ácido salicílico, que regula el sebo, es antiinflamatorio y permite la reconstrucción del tejido cutáneo superficial. En una piel con sebo leve, sin manchas ni arrugas, se sugiere usar una concentración del 10% de ácido. En pieles con dermatitis seborreica, la concentración puede subir a 30%. Indoloro, además de ser efectivo en la cara, funciona bien en rodillas, codos, espalda y manos. La zona queda algo roja durante uno o dos días.
- Piel joven: generalmente corresponde a la de una mujer de entre 25 y 35 años, con pocas impurezas. Se recomienda un peeling químico de baja concentración (de 5 a 10%), dos veces al año, con un mix de ácidos tricloroacético y salicílico, y solución de Jessner. Esta última es una de las más usadas y contiene resorcinol, ácido salicílico y ácido láctico, que facilitan el desprendimiento de los restos celulares de la capa superficial, estimulando la aparición de una epidermis más suave, lisa y luminosa.
- Piel madura: con la menopausia, y la fuerte baja en la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, la piel se torna opaca, con manchas y arrugas. El peeling con láser fraccionado no ablativo de Sciton es lo más efectivo para eliminar impurezas profundas, dar tersura y luminosidad. Este emite minúsculos rayos que penetran sobre pequeñas áreas de tejido, estimulando la cicatrización y la producción de colágeno. No es un tratamiento agresivo y el tono rojizo de la piel dura cerca de cuatro días. Se recomienda máximo dos veces al año.
- Piel con cicatriz: igual que en pieles maduras, se sugiere el láser fraccionado no ablativo, que cuenta con un cabezal específico para tratar cicatrices y secuelas del acné. Para el componente rojizo de la cicatriz, se recomiendo usar en paralelo un láser vascular.
- Piel con manchas: las manchas tratables con un peeling son las superficiales, generalmente redondas y bien delimitadas, que se diseminan en la cara, escote y manos, y suelen ser producidas por el sol. Dependiendo del grosor y la extensión, el dermatólogo elegirá un peeling químico (con ácido glicólico y tricloroacético) o mecánico con láser. Se sugieren máximo dos peeling al año.